Carátula de la película Temblores de 1990

Ficha de la película

Temblores 1990 poster
Título: Temblores

Título original: Tremors

Fecha de estreno: 19 de enero de 1990 (EEUU)

Duración: 1h 36min

Género: ciencia ficción, terror y comedia “Buddy Film“

Director: Ron Underwood

Guion: Brent Maddock y S. S. Wilson

Reparto: Kevin Bacon, Fred Ward, Finn Carter, Michael Gross, Reba McEntire, Victor Wong y Robert Jayne

BSO: Ernest Troost y Robert Folk

Recaudación: 16,7 millones USD

Productoras: No Frills Productions y Pacific Western Productions
Nota: 7.4

Muy buenas a todos, queridos compatriotas. El fin de semana pasado estuve viendo una pequeña joyita cinematográfica de los años noventa que logró cautivar al público. Dicha película es, ni más ni menos, que Temblores. Seguro que muchos ya la conocéis, y sino es así, os recomiendo verla porque no os va a defraudar.

En honor a la verdad, no soy amigo de ver una misma película más de una vez, y si lo hago tiene que haber pasado muchísimo tiempo. Casualidades de la vida, que la pusieron, como os digo, el fin de semana pasado en la cadena Be Mad durante la sobremesa. Para mi sorpresa, no solo me acordaba del metraje, sino que además, disfruté mucho revisionándola. Y eso que la primera vez que la vi fue allá por el año 2010. Anda que no ha pasado tiempo.

En fin, es una película de ciencia ficción y comedia con ciertos ingrediente de terror. Lo más reseñable es que lo hace de tal manera que queda un hilo argumental bastante sólido, pese a que la idea sobre la que el filme se sustenta no es para echar cohetes. ¡Me encanta! Por ello, me parece interesante analizarla y ver cómo ha envejecido con el transcurso del tiempo. Damas y caballeros… ¡a por ello!

Sinopsis de Temblores

La película que hoy os traigo es un filme que se caracteriza por explorar múltiples géneros cinematográficos. La ciencia ficción y la comedia son los dos más destacados. Ciertamente, se pueden vislumbrar algunos instantes de terror, sobre todo, en los comienzos de la película, pero son plasmados de un modo bastante “suave” al espectador. Es una cinta bastante compleja de analizar, así que para no perder ningún dato relevante, voy a comenzar por comentar cuál es el argumento.

La historia tiene como protagonistas a dos braceros, Valentine “Val” McKee (Kevin Bacon) y Earl Bassett (Fred Ward), que realizan trabajos por encargo en un pequeño pueblo alejado de la mano de Dios llamado Perfection, localizado al este de las montañas de Sierra Nevada. Ambos hombres, hartos de su situación y de sus condiciones de vida, deciden emprender rumbo a Bixby, el núcleo urbano más cercano.

Durante el viaje, se topan con el cadáver de un hogareño del pueblo, Edgar Deems (Sunshine Parker), que muere por deshidratación en lo alto de un poste de corriente eléctrica. ¿Por qué una persona se quedaría ahí subida muriéndose de sed? Así se le presenta al espectador el misterio que marca la trama de la película. La respuesta es cuanto menos inquietante… Alguien o algo le impidió bajar de ahí.

Fred Ward y Kevin Bacon en la película de Temblores (1990)
Fred Ward y Kevin Bacon en la película de Temblores (1990)

Paralelamente, Earl Y Valentine conocen a Rhonda Lebeck (Finn Carter), una joven estudiante de posgrado que realiza pruebas sismológicas en el valle. Recientemente, ha empezado a detectar actividad subterránea sospechosa por medio de sismógrafos que tiene dispersos por la zona. Seguidamente, una criatura invisible empieza a matar a ovejas, vacas y a diversos hogareños del pueblo, entre los que destacan el pastor Fred, Jim Wallace (el médico del pueblo), su mujer y dos obreros que trabajan en la carretera principal que da acceso al pueblo. En este último ataque tiene lugar un desprendimiento de rocas que, junto con el corte de las líneas telefónicas, deja el pueblo completamente aislado.

Con el avance de la historia, se descubre que esas extrañas criaturas son una especie de gusanos gigantes que se desplazan bajo tierra, bautizados como graboides, que detectan todo tipo de vibraciones en el suelo. Haciendo uso de unos “tentáculos” que les salen de la boca, son capaces de hundir a sus presas hasta enterrarlas, para luego devorarlas. Estas criaturas se proponen sembrar el caos en Perfection y acabar con todos los habitantes. Con astucia, habilidad e ingenio, nuestros queridos “camaradas”, deberán armarse de valor y luchar contra estos seres prehistóricos tan monstruosos. ¿Quién vivirá para poder contarlo?

Valentine Mckee (Kevin Bacon) entre dos graboides
Valentine Mckee (Kevin Bacon) entre dos graboides

Como es fácilmente observable, la idea base de la película no es que sea, ni muchísimo menos, una obra de arte. De hecho, la idea de que una especie nueva nunca antes vista quiera acabar con la humanidad es un recurso utilizado infinidad de veces en el cine.

Sin embargo, el director de la cinta, Ron Underwood, demostró ser un tipo inteligente, ya que no solo creó unas criaturas originales, sino que se rodeó de dos buenos guionistas: Brent Maddock y S. S. Wilson, que lograron convertir una idea banal y mediocre en una película entretenida con un guion bastante sólido. En otras palabras, es un ejemplo de cómo usando bien la cabeza, algo simple se puede transformar en algo grande.

Un guion “que te hace temblar”

Temblores es un metraje noventero cuyo pilar fundamental es lo bien conducido que está el guion. Seamos honestos, en este blog ya hemos comentado alguna película que ha seguido estos pasos: El último Boy Scout (1991) sería, por ejemplo, una de ellas. Es más, algo que es bastante interesante es que entre sendas producciones solo hay un año de diferencia. ¡Realmente curioso!

En relación a lo anterior, Temblores es una película del género “buddy film”. La razón es muy simple, los protagonistas son dos personajes varones que deben trabajar juntos para resolver un problema, y entre los cuales, existe una profunda amistad. La pieza angular del filme es la relación que existe entre sus protagonistas: Valentine Mckee y Earl Basset. Y de ahí, se construyen todos los demás elementos.

Los diálogos entre ambos personajes son alocados, divertidos y plagados de sátira, ya que desde el minuto uno de la película se dan bien de cera. De hecho, la historia comienza con Valentine gastando una broma pesada a Earl con un episodio, “más o menos traumático”, que tuvo cuando era más joven.

Además, otro aspecto que también me parece muy notable es el sarcasmo y la ironía con la que hablan los dos. “Oye Rhonda, ¿habías oído algo así alguna vez? “, y Valentine responde: “Claro Earl, todos lo sabíamos, pero no queríamos decírtelo”. Este momento es bastante rememorado por aquellos que han visto la película. Otro fragmento bastante gracioso es cuando Valentine dice: “Tenemos visión de futuro, así que ahora nos dedicamos a hacer nada”. ¡Brillante!

En este contexto, hay otras reflexiones que son bastante graciosas e icónicas. El momento en el que Kevin Bacon coge el sombrero del pastor Fred y sale su cabeza devorada, Val grita: “¿qué pasa aquí?, qué mierda pasa aquí?” Y la escena en la que Rhonda Lebeck le cuenta al “dúo dinámico” que hay varios graboides mientras les enseña las lecturas de los sismógrafos: “siiii te creemos, no te esfuerces”. Sencillamente, ¡fantástico!

Protagonistas de temblores analizando gráficos de un sismógrafo
Los protagonistas de Temblores analizando gráficos de un sismógrafo

El guion también cuenta con escenas ingeniosas, como el hundimiento de la ranchera del médico o los momentos en los que los lugareños matan a los distintos graboides. No os cuento más sobre este aspecto porque sino desvelaría todo. Eso sí, os vaticino que hay una escena de saltos con pértigas en la que otra cosa no, pero reírte, te ríes un rato. “A Tammy Lyn Baxter… ¿le gustaba la pértiga?” Igual soy muy simple, pero a mí este tipo de humor me hace mucha gracia. Hay algunas bromas muy momentáneas sobre las mujeres, y además, son muy “light”. La cosa es que los chistes y las pullas están insertadas en los momentos perfectos. Los guionistas estuvieron muy acertados.

La trama también cuenta con pequeños momentos de terror, y algún pequeño ápice de romanticismo. En otras palabras, es una historia que ofrece de todo un poco, y además, en su justa medida. Humor, acción miedo y amor. ¡Hoyo en uno!

Un elenco con múltiples aristas

En suma al guion, otro gran acierto que tiene la película de Temblores es el excelente reparto de actores y personajes que tiene. Si hay algo que se puede comentar de ellos es el amplio perfil de personalidades con los que cuenta. En la cúspide de la pirámide tenemos tanto al ya fallecido Fred Ward, como al por aquel entonces joven Kevin Bacon. La verdad es que poco más puedo añadir a lo ya comentado anteriormente.

Son dos tipos duros, que pese a estar insatisfechos con sus vidas, siempre consiguen salir airosos de los problemas. Son valientes y bastante cañeros. A mí me hace mucha gracia que todas las decisiones importantes las deciden a piedra, papel o tijera. ¡Es increíble! Ambos tienen caracteres dominantes, pero quizás el personaje de Valentine es más propenso a asumir riesgos. Personalmente, creo que es una simple cuestión de juventud.

Ambos demuestran inteligencia e ingenio en varios momentos de la película. Además, el uso que tienen del sarcasmo y la ironía hace que caigan bien. Es más, acabo de recordar otro momento bastante cómico, que tiene lugar mientras arreglan una valla, en el que Earl dice: “esto no es trabajo para hombres inteligentes”, y Val responde: “no te preocupes, no es tu caso”. Lo peor de todo, es que acto seguido, Valentine falla ¡nueve veces! con el martillo para darle al clavo. Cuando lo hace, Earl se acerca al clavo con cara de “al fin le das hijo mío”. Se tiran así toda la película.

Escena muy cómica de la película donde Earl y Valentine arreglan una valla
Escena muy cómica de la película donde Earl y Valentine arreglan una valla

Kevin Bacon no solo es conocido por esta cinta. Algunos hombres buenos (1999), Mi perro Skip (1999), Footlose (1984), Apolo 13 (1995) o El hombre sin sombra (2000) son algunos de sus obras más conocidas. Fred Ward también cuenta con algunas joyitas de culto, como Elegidos para la gloria (1983), The Naked Gun 33⅓ (1994), Remo, desarmado y peligroso (1985), Henry y June (1990) o Fuga de Alcatraz (1979).

Seguidamente, nos encontramos con el personaje de Rhonda Lebeck, interpretado por la actriz Finn Carter. Quizás, esta película sea la más famosa de toda su filmografía. Su personaje es el de una joven estudiante que va a pasar el semestre en el valle de Nevada, analizando y tomando muestras de la actividad sísmica de la zona con sus sismógrafos. Es un personaje con un frío uso de la lógica, que se yuxtapone muy bien a las personalidades de Valentine y de Earl. Digamos… que es la encargada de aportar calma. Además, termina desarrollando sentimientos románticos por Val. Son un ejemplo de cómo el amor puede unir a personas totalmente distintas.

Los personajes de Val y Earl conociéndo a Rhonda
Escena en la que Val y Earl conocen a Rhonda Lebeck

Acompañando al triunvirato de protagonistas, figuran una amplia gama de personajes secundarios que ayudan a enriquecer la trama y a hacerla más divertida y emocionante. Algunos de los más reseñables son la pareja compuesta por Burt y Heather Gummer, interpretados por Michael Gross y Reba McEntire, Walter Chang (Victor Wong), el propietario de una especie de bazar que hay en Perfection y el bromista del pueblo llamado Melvin Plug (Robert Jayne).

Adicionalmente, conoceremos a un granjero llamado Miguel (Tony Genaro) y a otros tres habitantes locales de Perfection: Nestor (Richard Marcus), Nancy Sterngood y su hija Mindy, Charlotte Stewart y Ariana Richards, respectivamente. ¡Así es damas y caballeros! La actriz de las dos primeras películas de Jurassic Park, que dio vida a la nieta del Dr. John Hammond, participó en esta película. ¡Lo que son las cosas!

Fotografía de una de las escenas de la película Temblores (1990) en la que aparece todo el reparto de actores
Elenco de actores de la película Temblores (1990)

De todos estos personajes secundarios, hay que prestar especial atención, en primer lugar, a la pareja de Burt Y Heather Gummer. ¿Qué puedo decir de estos dos? Básicamente, tienen una inquietante obsesión con las pistolas. Se pueden observar diversos planos de la casa en la película, y lo dicho, está llena de escopetas. Por no haber, no hay ni un triste jarrón. Son una pareja bastante curiosa. Eso sí, las extravagancias del matrimonio salvan a los protagonistas de varios líos. ¡Un respeto!

También hago un breve inciso en el personaje de Melvin Plug, el payasete del pueblo, cuyos pasatiempos favoritos son jugar al baloncesto y dar sustos a los demás. Sino que se lo digan a Earl y a Burt, que se llevan unos cuantos. Por último, tenemos a Walter Chang, “el Ellon Musk de Perfection”. Todo lo quiere comprar y todo lo quiere invertir. Sus artimañas para hacer negocio con todo lo que ve son inconmensurables. Y lo peor de todo es que suele salirse con la suya.

Unos efectos especiales eficaces

El siguiente apartado a comentar de la película son los efectos especiales y la puesta escena. No es una producción que destaque por tener un presupuesto “mastodóntico”. La película contó con una financiación de 10 millones USD, es decir, no había un colchón monetario sólido. Y a esto, hay que añadir la tecnología de la época. Recordemos que estamos hablando del año 1990. El director y los guionistas tuvieron que tirarse de los pelos para construir una historia de monstruos carnívoros que permitiera crear a los bichos de un modo realista para el espectador. Y la verdad, es que lo consiguieron.

Quizás, por sacar una pequeña pega, diría que las lenguas de las criaturas podrían haber estado un poco mejor logradas. Personalmente, creo que es por el material que utilizaron y por el abuso de luz en algunas tomas. Los movimientos de estas están cuidados, son suaves, y en mi opinión, bastante reales.

Maqueta de graboide usada en la película de Temblores (1990)
Maqueta de graboide usada en la película

Los graboides no se ven nada mal en esta primera entrega de la saga. Tienen una estética muy aceptable, y a día de hoy, se siguen viendo bastante bien. Por ello, es una producción a la que lo años no le han sentado mal. En cuanto al decorado, el equipo de producción tuvo que construir todo el pueblo de Perfection, por supuesto, a escala real. Todas las casas y edificios fueron construidos específicamente para la película. ¡Impresionante! Además, el maquillaje y vestuario está muy ambientado en el ámbito country, cultura muy popular en las zonas geográficas del desierto de Nevada.

Un matiz que me gusta mucho de esta película es que la historia comienza, y prácticamente termina, en el mismo lugar. Me parece muy curiosa esta decisión porque es como si Ron Underwood hubiera querido “cerrar el círculo”. Es un recurso muy utilizado tanto en libros como en películas, y personalmente, lo encuentro fascinante. Cuando llega el final, el lector o espectador recuerda automáticamente cómo fue el comienzo que dio origen a toda la trama que ha leído o visto, reflexiona sobre ella, y toma consciencia de lo mucho que la ha disfrutado. No sé, yo he tenido esa sensación y me es de gran agrado. ¿Os ha pasado alguna vez?

Banda sonora y efectos de sonido acordes

La banda sonora de la película estuvo bajo el control de los compositores Ernest Troost y Robert Folk. El primero es un compositor norteamericano que ha trabajado en numerosos proyectos importantes dentro de la TV. Algunos datos interesantes sobre su carrera es que estudió en el Berklee College of Music de Boston y debutó en el cine a mediados de la década de los ochenta. Se ha destacado también por diversos álbumes infantiles.

Posee diversos proyectos interesantes. Es el cerebro detrás la banda sonora de películas muy conocidas como Dead Heart (1988), El naufragio (2003), Munchies (1987), One man’s hero (1999), Temblores (1990), entre otras. Esta última quizás, es su obra más importante. De hecho, el compositor cuenta con dos únicos álbumes: Resurrection Blues (2009) y Tremors (Original Motion Picture Soundtrack), lanzado con la película en 1990.

La banda sonora de la película tiene un ritmo marcado por la música country. Esto es fácilmente observable en la melodía que suena al principio de la película, cuando Earl y Valentine van en la camioneta discutiendo sobre sus planes de futuro o cuando saltan a la pértiga a través de las rocas. De la misma forma, la música también ofrece momentos de frenesí y tensión que se quedan para siempre en la memoria. Ejemplos claros podría ser cuando los graboides hunden la ranchera de los Wallace o cuando Valentine corre como si fuera Usain Bolt hacia la excavadora.

Por último, y no menos importante, la banda sonora también cuenta con ciertos toques de heroísmo y “victoria”. Momentos claves es cuando van matando a los distintos graboides, y aquí, hago especialmente énfasis al último, ya que es el más notorio de todos.

Como he dicho anteriormente, la partitura de la película le fue encargada a Ernest Troost, pero consideraron que no tenía la fuerza que la película necesitaba, y por ello, contrataron en el último momento a Robert Folk, para volver a componer la banda sonora. Folk compuso aproximadamente treinta minutos de música, pero increíblemente no fue acreditado por ello. Al final usaron el trabajo de ambos. La de Troost, de inspiración country, se usó para lo momentos más tranquilos y la de Folk, más épica, se utilizó para los momentos más intensos.

Paralelamente, hago especial atención a la actuación que hizo Reba McEntire. Temblores no solo fue la cinta que permitió la incursión de la actriz en el séptimo arte, sino que además, la canción que sale en los créditos finales de la película, titulada Why not tonight, perteneciente al álbum What Am I Gonna Do About You (1986) es cantada por ella. Musicalmente, la canción está muy bien porque el ritmo country que lleva es melódico e incita a bailar. A la película le aporta un acabado magistral y la voz de la actriz es una maravilla. En resumen, le aporta mucho carisma y entidad al metraje.

Curiosidades del rodaje

Temblores es una película que cuenta con algunos aspectos interesantes que ocurrieron durante el making-of de la película. No he logrado recapitular tanta información como en otras películas que hemos analizado aquí como Indiana Jones: en busca del arca pérdida (1981) o La momia (1999). Sin embargo, he conseguido reunir algunos datos bastante “jugosos”.

El rodaje de Temblores empezó al día siguiente de que Michael Gross terminara de rodar el último episodio de la popular sitcom estadounidense Family Ties (1982 – 1989). Personalmente, no conozco mucho esta serie porque he visto capítulos contados, pero por lo visto, fue el trabajo por el que Michael J. Fox saltó a la fama, y además, le permitió conseguir su papel como Marty McFly en la saga de Regreso al futuro. De hecho, fue en esta serie, donde Michael conoció a su mujer, Tracy Pollan.

El pequeño y rústico pueblo de Perfection, como ya he dicho anteriormente, fue construido entero para la película. Y lo más interesante, es que el equipo de maquetación y diseño lo hizo en tan solo dos meses. Imaginaos el ritmo que llevaron. Ni que fueran chinos… Una vez el rodaje concluyó, el set fue completamente derribado.

Captura del pueblo de Perfection, donde se rodó la película de Temblores (1990)
El pueblo de Perfection construido para la película

Con un presupuesto de 10 millones USD, el rodaje tuvo lugar en el municipio de Lone Pine (California), muy próximo a la cordillera de Sierra Nevada. Según testimonios del propio Kevin Bacon, rodar en el desierto no fue fácil, hubo tormentas de polvo, nevadas y serpientes en el set. Realmente, Ron Underwood tenía contratado a un domador de serpientes para que las capturase. Y en última instancia, también había muchos aviones militares sobrevolando la zona, lo que provocó que muchas escenas tuvieran que repetirse.

Bacon quería hacer sus escenas de riesgo y el director estuvo de acuerdo con ello, lo que provocó que casi se rompiese el tobillo saltando en la escena del techo. Es un momento bastante épico de la película. La verdad es que las anécdotas de este señor no tienen precio. Según él, el rodaje de la película coincidió con su primera paternidad. Su carrera no terminaba de despegar. Acumuló varios fracasos de taquilla consecutivos: Quicksilver (1986), Verano de aguas cristalinas (1987), Ley criminal (1988) y La loca aventura del matrimonio (1988), son algunas de ellas.

Eso hizo que un día mientras caminaba por Nueva York colapsase y le diese un ataque de ansiedad. El propio actor reconoció que “se tiró al suelo” gritando a su mujer embarazada: “No puedo creer que esté haciendo una película sobre gusanos subterráneos“. Mirad por donde, que es una de las películas que impulsó su carrera.

El póster de la película fue diseñado por Universal Studios, y originalmente, iba a tener a un graboide en él, pero sus responsables creyeron que era mejor no mostrar al monstruo y que el público lo descubriese al ver la película. Universal estuvo inicialmente de acuerdo, pero después decidieron incluir un tentáculo de graboide con dientes afilados.

Otro aspecto muy interesante, es que la productora no supo vender la película y la promocionaron más como una película de terror que como una que mezclaba terror y comedia. Tal vez eso explique que no fuese un gran éxito. La película se estrenó en EEUU el 19 de enero de 1990 y recaudó 16,7 millones USD, pero su recaudación final a nivel mundial fue de 48 millones USD. No es una mala cifra para una pequeña producción, pero el verdadero éxito de la película llegaría después gracias al vídeo doméstico, donde Temblores triplicó sus ganancias respecto a salas de cine con los alquileres y ventas. Así, se convirtió poco a poco en una película de culto.

Escena del hundimiento de la ranchera en Temblores
Escena del hundimiento de la ranchera en Temblores

La película obtuvo una calificación “R” por parte de la MPAA (Motion Picture Association), no por su violencia, sino por su vocabulario. A lo largo de la cinta, la palabra “fuck” se repetía hasta en veinte ocasiones. Para conseguir la calificación PG-13, los productores eliminaron todos los “fucks” salvo dos. Y el resto, fue en su mayoría doblado por otras palabrotas “más aceptables”.

Por último, los graboides eran animatrónicos, es decir, robots de gran tamaño que se podían manejar de modo teledirigido. Se hicieron maquetas de distintos tamaños para las distintas escenas. Había un requisito indispensable, y era que tuvieran una superficie lo suficientemente grande como para que pudiera caber en su interior una persona. La productora no quería que se parecieran a los gusanos de Dune, y además, que fueran pegajosos y malolientes, son rasgos que se decidieron añadir posteriormente para que resultasen mucho más creíbles.

Fotograma de un graboide muerto en Temblores
Fotograma de un graboide muerto en Temblores

Conclusión

A lo largo del post hemos analizado los aspectos más atractivos de la película. De toda esta información se puede esgrimir que Temblores es una película noventera que resulta muy simpática al público. Tiene una trama ciertamente original y un guion marcado por la creatividad y por el conservadurismo propio de las limitaciones tecnológicas de la época.

El reparto es carismático, variopinto y las actuaciones son muy realistas, factor que se puede apreciar en el manejo de las emociones por parte de los actores. ¡Gran trabajo! Temblores es una película que demuestra, que con poco presupuesto, si se tiene cabeza y paciencia, se puede conseguir una buena producción. No en vano, es una película de culto muy popular. Es más, es la mejor película de toda la saga, pero con diferencia. Personalmente, el resto de entregas sobran por completo.

La saga Temblores no es otra cosa que un intento de Hollywood de hacer dinero a costa de una idea primigenia original. El resultado es ya conocido por todos… ¡desvarío con todas las letras! Fijaos en Star Wars, en Harry Potter, en Fast & Furious, etcétera. Son colecciones que empezaron bien, pero que fueron estirando la cuerda hasta convertirse en un espectáculo de masas estrictamente financiero. ¡Craso error!

A las secuelas de Temblores les pasó lo mismo. Como curiosidad, se cuenta que Kevin Bacon rechazó continuar en el proyecto porque vio el peligroso rumbo que tomaba el asunto. Yo ahí, pongo algo de duda, porque hace poco salieron unas declaraciones públicas, allá por 2017, donde afirmaba querer hacer una serie sobre la película, pero trasladando el núcleo narrativo a instantes anteriores a lo acontecido en la primera entrega. El proyecto se canceló y en 2023 volvieron a surgir rumores. En fin… ya veremos que pasa. Honestamente, yo soy partidario de que no hagan nada porque cada cosa tiene su momento, y ahí, reside parte de su atractivo.

El actor Fred Ward volvió para la segunda entrega, titulada Temblores 2: La respuesta (1996), decisión de la que más adelante se arrepintió. Esta es la razón por la que el actor Michael Gross se acabó convirtiendo en el protagonista indiscutible de la saga. Señores/as, determinismo causal, las cosas siempre ocurren por una razón. El resto de entregas de la saga nos la voy a comentar. He de decir que no he visto todas, y menos mal, porque son muy difíciles de ver. Para mí, esta primera entrega constituye la saga en sí misma.

Concluyendo, Temblores es una película humorística, que combina elementos de diversos géneros cinematográficos de un modo preciso y equilibrado. Por ello, termina siendo una obra digna de respeto, que se recuerda con mucha nostalgia, y que siempre te apetece volver a ver. Después de todo, es de las pocas películas que he visto dos veces.

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