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Ficha técnica

Caratula spider man
Título: Spider-Man

Título original: Spider-Man

Fecha de estreno: 3 de mayo de 2002

Duración: 2h 01min

Género: Acción y superhéroes

Director: Sam Raimi

Guion: David Koepp

Reparto: Tobey Maguire, Willem Dafoe, Kirsten Dunst, James Franco, J. K. Simmons, Cliff Robertson y Rosemary Harris

BSO: Danny Elfman

Recaudación: 825,9 millones USD

Productoras: Columbia Pictures
Nota 7.8

¡Muy buenas, queridos lectores! Espero que estéis pasando un buen verano y os hayáis tomado un bien merecido descanso. Durante estas vacaciones, he tenido la oportunidad de volver a revisionar una película que hace años que no veía: Spider-Man (2002), uno de los metrajes más icónicos del mundo de los superhéroes, el cual, abrió la puerta a toda la colección de películas del universo de Marvel. Es una producción que me trae muchos recuerdos, puesto que cuando la vi por primera, y única vez, todavía era bastante niño.

La tenía recordada como una buena pieza dentro de su temática, incluso mejor que muchas de las películas posteriores de nuestro amigo arácnido. No obstante, ha pasado mucho tiempo desde entonces y me ha parecido interesante contrarrestar puntos de vista: “mi yo presente vs mi yo del pasado.” ¿Creéis que mi concepción ha cambiado mucho? Puede que sí o puede que no… En cualquier caso, quedaros hasta el final si queréis comprobarlo. ¡A por ello!

Spider-Man: del cómic a la gran pantalla

El origen de este superhéroe tan popular ocurrió, justamente, sesenta años antes de que la película que hoy nos ocupa fuese proyectada en el cine. Spidey es uno de los héroes más emblemáticos del género, capaz de cautivar a millones de fans por todo el mundo a lo largo de los años. La personalidad que se esconde tras la máscara, las habilidades de combate, su espíritu responsable y su gran repertorio de chistes malos son algunas de las características más reseñables

No obstante, la historia del mítico “trepamuros” va mucho más allá. La razón estriba en que es tan estrafalaria que da para otra película ¡Es increíble! Todo comenzó en 1962, por aquel entonces el mítico Stan Lee (1922 – 2018), que ya trabajaba en los estudios de Marvel desde 1940, quiso crear un personaje que tomase el testigo del éxito cosechado por Los cuatro fantásticos, con el fin de incentivar el gusto por los cómics en el público más joven: adolescentes y niños. Tras mucho pensar cómo sería esa nueva figura de héroe, Stan observó una mosca subiendo por la pared de su despacho. ¡Así es como empezó todo!

Stan Lee junto a una estatua de Spider-Man
El historietista Stan Lee junto a una estatua de Spider-Man

Este suceso le permitió imaginarse a un superhéroe que tuviese las habilidades de una araña: trepar por las paredes, dar grandes saltos, así como lanzar telarañas. De este modo tan pintoresco comenzó a tomar forma el personaje de Peter Parker en la mente del respetado escritor. Stan Lee deseaba que este nuevo héroe destacase por ser humano, es decir, por tener que verse envuelto en problemáticas personales cotidianas como el acoso escolar, el sufrimiento de los amores no correspondidos, la muerte de seres queridos, etcétera. De hecho, es que se puso muy insistente con esta idea ante los directivos de la compañía.

Como consecuencia de esta decisión, el personaje de Peter Parker se convirtió en un referente muy destacado de la época, puesto que el público tenía mucha facilidad para empatizar con él. Lo realmete curioso es que en un principio, Martin Goodman: editor de Marvel en ese momento, se mostró en desacuerdo con el personaje, pero finalmente accedió a incluirlo en el último ejemplar de la antología Amazing Adult Fantasy (1962). Así las cosas, el siguiente paso fue trabajar en cómo sería la apariencia física del joven adolescente, y por supuesto, la estética y apariencia del traje.

En este contexto, Stan Lee contactó a otro aclamado escritor del momento: el legendario autor Jack Kirby (1917 – 1994), para desarrollar el trasfondo del personaje con mayor detalle. Sin embargo, no se entendieron muy bien, y por ello, Lee nombró a Steve Ditko (1927 – 2018) para que ilustrase a nuestro gran héroe, mientras que Kirby se pasó a ocupar el cargo de ilustrador de portada del cómic. Fijaros como, poco a poco, las piezas del puzle van encajando. ¡Vaya par de historietistas!

Stan Lee y Steve Ditko discutiendo acerca de Spider-Man
Los creadores de Spider-Man son Stan Lee y Steve Ditko

El trabajo de Ditko en la creación de Spider-Man fue crucial, ya que a aparte de elaborar la vestimenta, también incorporó tanto el lanzatelarañas de la muñeca como el famoso “sentido arácnido”, mientras que Lee fue responsable del nombre. Más adelante, Stan Lee expresó su reconocimiento a Steve Ditko por su trabajo a la hora de desarrollar creativa y artísticamente al hombre araña.

Aunque Stan Lee se atribuyó el mérito de la idea original de Spider-Man, también reconoció la contribución de Ditko y admitió que merecía ser llamado co-creador del personaje. El diseño del traje se consideró un punto vital para el éxito del “trepamuros”, ya que permitió que cualquiera pudiera identificarse con el superhéroe desde el principio, sin distinción de raza, género o edad. El debut de Spider-Man sorprendió a Martin Goodman por su volumen de ventas. A partir de ahí, el resto es historia.

Con el paso del tiempo, se fueron incorporando nuevas obras a la saga de cómics del superhéroe, junto con diversas series adaptativas para la TV. De este modo, algunos de los cómics más conocidos entre los fans son: Marvel Team-Up, The Amazing Spider-Man, Web of Spider-Man o The Spectacular Spider-Man. Algunas de estas franquicias han llegado incluso a nuestros días, para que veáis el impacto que tuvo este superhéroe.

En cuanto a series de TV, se pueden destacar Spider-Man and His Amazing Friends (1981) y Spider-Man (1994). Por supuesto, no nos podemos olvidar de todas las series posteriores, videojuegos, así como reboots del personaje que se han realizado. Todas estas composiciones son posteriores a la película que hoy nos ocupa, y por ello, me voy a permitir el lujo de obviarlas de momento.

Como hemos visto, el gran auge del hombre araña se fue consolidando más y más, hasta que a comienzos de los años 2000, un por aquel entonces no muy conocido Sam Raimi quiso “poner la estrella al árbol de Navidad”, y llevar a nuestro convecino enmascarado a la gran pantalla. Damas y caballeros… ¡Spidey había llegado al cine!

Póster de la película de Spider-Man (2002)
Póster de la película Spider-Man (2002)

Los superhéroes conquistan el séptimo arte

Un aspecto muy llamativo de esta película es el guion que hay detrás de ella. La primera evidencia clara de su calidad es que Spider-Man (2002) fue el filme que permitió que el mundo de los cómics y de los grandes superhéroes tuviese la opción de monopolizar Hollywood. De hecho, actualmente es el género de ciencia ficción más explotado. Todo este auge viene tanto por el éxito que tuvo la producción en taquilla como por la gran aceptación que tuvo el personaje por todo el mundo.

Lo que más me gusta del guion de la película, que fue escrito por David Koepp, es que está totalmente plagado de tintes filosóficos. Por un lado, tenemos el personaje de Spidey, que practica un código de conducta muy semejante a la ética de Kant, hacer siempre lo correcto y primar el bien común y a los demás antes que a ti mismo. En contraposición, tenemos al Duende Verde, que sigue una praxis basada en el maquiavelismo y en la corriente nihilista. ¡Nada tiene sentido en este mundo, y por tanto, no merece la pena esforzarnos en salvar el mundo!

El Duende Verde secuestra a Spider-Man en el Daily Bugle
El Duende Verde secuestra a Spider-Man en el Daily Bugle

Este enfrentamiento ideológico se puede ver cuando el Duende Verde “secuestra” a nuestro héroe. El villano sostiene que ambos son personajes increíbles, pero que cada uno en su estilo. Mientras el Duende es un asesino, el “trepamuros” es un héroe. Según él, la gente usa al arácnido como un pasatiempo, y lo que realmente valora la población es que, para que el héroe sea héroe, debe fracasar y morir en el intento. “Da igual lo que hayas hecho por ellos porque llegará un punto en el que te odiaran. ¿Por qué molestarse entonces?” La respuesta de “cabeza red” es clara: “porque es lo correcto”. ¡Ahí está la visión de ambas corrientes!

Mientras que el villano destruye el mundo porque lo concibe como una realidad sin sentido, el héroe se esfuerza en mantener la paz y el orden a cualquier precio, sin importar la recompensa. Este punto existencialista de las cosas no está tan presente en el resto de la trilogía, y desde luego, tampoco en todas las demás películas y reboots. Por eso tiene tanto sentido para mí. No son solo tíos disfrazados dándose castañas y destrozando todo a su paso, como son las pelis de ahora. Hay matices filosóficos que explican el por qué de sus respectivos comportamientos.

Conversación entre el Duende Verde y Spider-Man
Conversación entre el Duende Verde y Spider-Man

Paralelamente, también se tocan ciertos toques de comedia que te hacen soltar alguna que otra carcajada. Un claro ejemplo sería cuando Peter le lanza la bandeja de comida con la telaraña a Flash o cuando están en la excursión y los “malotes” le empujan al sacar fotos. En este contexto, el Sr. Jameson también hace una buena contribución. Finalmente, podemos encontrar momentos de tensión y “miedo” en determinados momentos del metraje. La transformación de ambos personajes sería una buena ejemplificación, y el momento en el que los ladrones intentan asaltar a Mary Jane también.

A todos estos matices se le suman unas buenas dosis de acción, en forma de combates de lucha, balanceos apoteósicos, épicas peleas con buen nivel de violencia, frenéticos rescates, persecuciones, y por supuesto, un buen repertorio de explosiones. En resumen, ciencia ficción por los cuatro costados.

Spider-Man vs el Duende Verde

En esta primera adaptación cinematográfica se nos presenta un relato bastante fiel al cómic de cómo el joven estudiante Peter Parker (Tobey Maguire) se convierte en Spider-Man, y cómo comienza su aventura en el mundo de las heroicidades. Todo comienza durante una visita escolar aparentemente rutinaria del instituto Midtown High a la Universidad de Ciencias de Columbia. A esa visita asisten tanto su mejor amigo Harry Osborn (James Franco) como su amor Mary Jane Watson , alias “MJ” (Kirsten Dunst).

Los actores principales de la película de Spider-Man (2002)
Los actores principales de la película Spider-Man (2002)

Para su fortuna o desgracia, el joven marginado Peter recibe una mordedura de una súper araña manipulada genéticamente, que se había escapado de su jaula. Al llegar de vuelta a casa de sus tíos: Ben y May Parker, interpretados por Cliff Robertson (1923 – 2011) y Rosemary Harris, comienza a sufrir los efectos secundarios de la mordedura del artrópodo. Paralelamente, en Industrias Oscorp, Norman Osborn (Willem Dafoe), el padre de Harry, se encuentra trabajando en un proyecto de importante interés militar: los potenciadores de rendimiento humano. Básicamente, estas sustancias permiten mejorar el rendimiento muscular, pero al mismo tiempo son capaces de ocasionar violencia, agresividad y demencia.

Ante la presión de los militares por cerrar el contrato, Norman se ve obligado a usarse asimismo como conejillo de indias y realizar las pruebas con su cuerpo. De este modo, se inserta mediante catalización respiratoria el potenciador de rendimiento humano, conocido como Verde Globulina. Durante el ensayo, ocurre un error fatal que deja a Norman sin pulso tras sufrir un paro cardíaco. De repente, se reanima bruscamente, totalmente agresivo y fuera de su cordura, asesinando a su compañero y ayudante: el Dr. Stromm. Señoras y señores… ¡el Duende Verde ha despertado!

A partir de ese instante, la historia adquiere un doble rumbo para ambos. Peter deja atrás la etapa de estudiante tímido y torpe para convertirse en un fuerte superhéroe que salva a las personas y mantiene segura la ciudad de Nueva York, aunque por el camino, se verá obligado a enfrentarse a todo tipo de desdichas: desde simples peleas de instituto hasta la muerte de seres queridos en condiciones, cuanto menos, trágicas. Además, tendrá el privilegio de recibir una lección moral que todo héroe debería conocer: “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.

Conforme avanza la película veremos cómo Spider-Man madura psicológica y emocionalmente, y cómo se vuelve más resiliente ante las adversidades de la vida al mismo tiempo que perfecciona sus nuevas habilidades. Se medirá en intensos combates contra todo tipo de majaderos: luchadores, atracadores, asesinos, etcétera. Finalmente, el destino le llevará a pelear contra el peligroso Duende Verde. ¡Vaya con Spidey!

Secuencia de balanceo de Spider-Man
Secuencia icónica de balanceo de Spider-Man

En contraposición, tenemos a nuestro amigo Norman, que se hunde cada vez más en su locura paranoide y en el dualismo de su doble personalidad. Empieza a sufrir desmayos, delirios y todo tipo de alucinaciones. Se vuelve un psicópata demente que no se anda con contemplaciones a la hora de cruzar los límites de la moralidad, hasta el punto de asesinar a aquellos que le quieren fastidiar, de poner en peligro la vida de su propio hijo y de intentar matar al mejor amigo de este. En resumen, la historia muestra cómo dos personas cambian su vida radicalmente, pero en bandos distintos: uno lo hace en el plano de héroe y el otro en el de villano.

Duende Verde en Spider-Man (2002)
La versión del Duende Verde en Spider-Man (2002)

El conflicto y las diferencias ideológicas entre el héroe y el villano se verán reflejados en diversas peleas y diálogos a lo largo de la película, siendo la más importante la última de todas ellas. El Duende Verde, pese a ser un loco sin pretensiones consigue descifrar la identidad del “trepamuros”. Elaborará un plan malévolo donde no solo Spider-Man tendrá que explotar sus habilidades, sino que además, se enfrentará a un gran dilema moral: salvar a la mujer que ama o cumplir sus responsabilidades como héroe. ¿Ganará Spider-Man?, ¿ganará Peter Parker?, ¿se saldrá el Duende Verde con la suya? ¡Habrá que ver la película para averiguarlo!

Escena de combate entre Spider-Man y el Duende Verde
Escena de combate entre Spider-Man y el Duende Verde

Un reparto ajustado con pinzas

Tras analizar brevemente la sinopsis de la película, procedemos a debatir el reparto de actores seleccionados por Raimi para dar vida a los distintos personajes. Llegados a este punto, aprovecho para recordar que esta cinta recoge actores de distintas categorías, que van desde personas muy distinguidas en el oficio como Willem Dafoe, J. K. Simmons o Rosemary Harris, hasta figuras de mucha menos visibilidad como Tobey Maguire, Kirsten Dunst o James Franco. A continuación, vamos a ir analizando cada uno de ellos porque… ¡menudo cóctel!

Tobey Maguire: ¿el Spidey perfecto?

A la cabeza tenemos a Tobey Maguire, en el papel de Peter Parker y Spider-Man. La primera cuestión que nos viene a la cabeza es si realmente este chico estaba a la altura de un papel tan exigente y complejo. Pues bien, lo primero que hay que tener en cuenta es que no fue, en absoluto, ninguna de las primeras opciones en las que se había pensado.

Se pusieron sobre la mesa múltiples actores que ya habían demostrado sus dotes de actuación, como Leonardo DiCaprio, Heath Ledger (1979 – 2008) o Ewan McGregor. Personalmente, me decanto por estos dos últimos porque a Leo, aunque no me parece que sea mal actor, tampoco lo concibo desempeñando papeles de héroe. Las otras opciones las considero mejores. Sin embargo, el problema que tenían estos actores es que ya eran conocidos, y lo que querían tanto Raimi como Columbia Pictures era un rostro mucho menos conocido para que la gente se identificara con él más fácil. Esta fue la principal razón por la que contrataron a Tobey Maguire. Por consiguiente, podemos decir que es una elección bastante ajustada.

Tobey Maguire en el papel de Peter Parker y Spider-Man
Tobey Maguire en el papel de Peter Parker y Spider-Man

En cuanto a resultados conseguidos, pues es una difícil respuesta. Sinceramente, Maguire es un actor que encaja mejor en el rol de Peter Parker, a nivel de nerd y pringadillo, que en el papel de héroe chulesco que va por ahí repartiendo justicia. No obstante, tiene el punto de que su rostro transmite sentimiento, es decir, refleja muy bien emociones como estar enamorado, ser tímido con las chicas a la hora de hablar, sentir tristeza y pena cuando pierde a sus seres queridos o la serenidad que tiene durante las peleas.

Es un actor que tiene facilidad para reflejar ese lado humano que tanto buscaba Stan Lee sesenta años antes al crear el personaje, pero flojea como héroe de acción. Pese a todo, le damos buena nota porque su actuación es bastante natural. Aparte, hay quien dice que no es carismático. Personalmente, creo que es mentira, porque sí que lo es. Ofrece ciertos momentos de comedia basada en el humor blanco y absurdo, que complementa con rostros faciales muy pintorescos y divertidos. ¿Qué mujer no querría ser salvada por este truhan?

Tobey Maguire mostrando uno de sus muchos rostros facilaes divertidos
Tobey Maguire es conocido por sus divertidas expresiones faciales

En resumen, me parece una opción ajustada, pero bastante acertada, teniendo en cuenta que el objetivo es plasmar el lado más humano de Peter Parker. Su actuación es bastante convincente y no muy forzada en ningún punto, así que a Mr. Maguire le podemos dar un merecido notable en su papel como doble protagonista. A continuación, seguimos con el antagonista de la historia, el señor Willem Dafoe. ¡Cuidadito que la cosa se pone intrigante!

Willem Dafoe: el genio de la villanía

La primera cosa que llama la atención en la interpretación de Dafoe es que es complementaria a la de Maguire, ya que mientras que a Tobey se le da mejor mostrar el alter ego de Parker que el de Spidey, Dafoe destaca más en el rol de villano del Duende Verde que el de Norman Osborn. Además, refleja muy bien la dualidad psicológica de las dos personalidades, tarea que es sumamente difícil en mi opinión. Así las cosas, mientras que la actuación de Norman es buena, la del Duende es que la borda completamente. ¡Qué forma de expresar locura y malicia!

Su actuación está plagada de momentos estelares en ambos roles. La personalidad de Osborn de magnate ambicioso al que no le importa sacrificarse por los demás para alcanzar los objetivos queda reflejada cuando se somete a la prueba de los potenciadores del rendimiento humano o cuando los miembros del consejo le dan la patada, a sabiendas de todo el esfuerzo y trabajo que ha hecho para levantarla.

Por ende, nos deja grandes reflexiones como “cuarenta mil años de evolución y apenas nos hemos asomado a la inmensidad del potencial humano”… ¡y pumba! el bote al suelo. La cara del ayudante es lo mejor de la secuencia, ya que su pensamiento es de “salud, di que sí hijo”. Y quién puede olvidar su famoso grito de “¡saben cuántos sacrificios he hecho! Sus métodos como científico pueden ser más o menos ortodoxos, pero ha tenido que renunciar a todo para llegar hasta donde está, incluso a su familia y a su propio hijo. Es bastante injusto que le hagan eso. Dafoe empatiza muy bien con el personaje y transmite magistralmente esas emociones de enfado e ira al espectador.

Sinceramente, creo que quien mejor se lo pasó en el rodaje tuvo que ser este hombre. Su aportación más destacada en este filme la he dejado para el final, posdata: no es la escena del diálogo con nuestro colega arácnido sobre el sentido de la heroicidad, que ya la he comentado antes, es la escena del diálogo consigo mismo ante el espejo. ¡Norman Osborn vs el Duende Verde!

Si hay una secuencia capaz de reflejar un trastorno de personalidad bipolar es esta. Magistral la oposición de un hombre bueno y asustado frente a un ser despiadado y sádico que obtiene placer haciendo sufrir a los demás. En esta escena podemos ver a Norman Osborn teniendo miedo de sí mismo. Nadie puede olvidar ese gélido y helador “¡nosotros los matamos!”

Norman Osborn hablando con el Duende Verde frente al espejo
Norman Osborn hablando con el Duende Verde frente al espejo

El diálogo es excelente, y eso por no hablar de la voz, la risa y las expresiones faciales que gesticula el actor. ¡Quitan el hipo! El Duende es un villano asesino demente, pero también inteligente, puesto que sabe que solo Spider-Man puede detenerle: “únicamente hay alguien que puede detenernos”. Por esa razón intenta forjar un pacto con él, y cuando su intento falla, ataca asestando duros golpes emocionales a quien está bajo la máscara: Peter Parker. Después de todo, solo hay que escucharle testimonios como: “Spider-Man es casi invencible, pero a Parker, podemos destruirle”, “el guerrero astuto no ataca al cuerpo ni tampoco a la mente” o “¡el corazón Osborn! Primero atacaremos su corazón”. ¡Se me hiela la sangre!

Un reparto secundario tenue

Seguidamente, procedemos con los personajes que desempeñan una labor más en segundo plano. ¡Turno para Kirsten Dunst! La elección de esta mujer para el papel de Mary Jane también fue una tarea dura de pelar. El primer dato llamativo es que fue contratada tan solo un mes antes de que empezara el rodaje de la cinta, es decir, que entró en el elenco “a pedal”.

En suma, no creo que enfatice muy bien el personaje de MJ que todos vemos en los cómics, sencillamente, porque no es capaz de transmitir nada creíble al espectador. Sin paños calientes, no es que me entusiasme la actuación de esta chica porque le falta chispa. El pelo teñido es de las pocas similitudes que guarda con Mary Jane. Presenta el mismo problema que Tobey Maguire, con la diferencia de que este al tener que interpretar dos papeles distintos, pues termina quedándose un poco en tierra de nadie.

No obstante, Kirsten Dunst solo tiene uno y no le sabe sacar mucho jugo. Ahora bien, el don de meterse en problemas cada dos por tres lo tiene. Las conversaciones con Peter en el jardín de la casa de los tíos y en el cementerio diría que son sus escenas más relevantes. El resto de secuencias se reducen a un héroe salvando a una chica en apuros. La escena del beso del callejón también es icónica para los fans porque aporta ese toque de romance y pasión a la trama, pero a nivel de personajes, aporta muy poco.

Kirsten Dunst interpreta a Mary Jane Watson en Spider-Man (2002)
Kirsten Dunst interpreta a Mary Jane Watson en Spider-Man (2002)

Seguidamente, tenemos a James Franco para dar vida al pusilánime de Harry Osborn. No es un personaje que destaque a lo largo de la película, ya que como veremos según analicemos la trilogía, cobrará más relevancia en las secuelas posteriores. Tiene una actuación normal y sin mucha trascendencia.

Más allá de plasmar que se siente repudiado por el mundo, empezando por su padre, de que es inseguro en parte por su procedencia aristocrática y de que le quita a Peter cualquier posibilidad de salir con Mary Jane, poco más se puede decir. Bueno sí, la pedrada que se come a la altura de la patilla… ¡Jodo, es que vaya piedra! Menos mal que no cae de muy alto porque de lo contrario lo plancha.

James Franco interpretando a Harry Osborn en Spider-Man (2002)
James Franco interpretando a Harry Osborn

El siguiente en la lista es el personaje de J. Jonah Jameson, el prepotente director del Daily Bugle y enemigo público de nuestro vecino y amigo Spider-Man. Brillante puesta en escena del actor J. K. Simmons para dar vida al líder de los cascarrabias por excelencia. Genialidad es el término para definir el trabajo de adaptación en el caso de este personaje, puesto que plasma los sarcásticos aires de grandeza con gran carisma. En definitiva, consigue que un personaje irritante y molesto sea muy apreciado por el público. Es como el Dr. House, pero en Marvel.

Para cerrar este punto, comento muy brevemente los personajes del tío Ben y la tía May. De los dos, en esta película el primero es el más relevante porque es quien toma la figura de mentor moral de Peter. No hay que olvidar que, aunque su participación es algo breve, es el tío Ben quien le enseña a Spider-Man que un gran poder conlleva una gran responsabilidad. ¡Gracias Cliff Robertson! La tía May tiene un papel de apoyo mucho más secundario, así que no puedo decir mucho, solo que en las entregas posteriores obtenemos gracias a Rosemary Harris una muy buena versión de ella.

El tío Ben y la tía May en Spider-Man (2002)
El tío Ben y la tía May en Spider-Man (2002)

Efectos especiales revolucionarios

Uno de los aspectos que más destacaron en su momento de esta película fueron sus impactantes efectos especiales. Según declaraciones del propio Stan Lee, cuando vio por primera vez a Spidey en la gran pantalla balanceándose por la ciudad no pudo contener la emoción y lloró. El hombre afirmó que así es como se lo había imaginado, y el hecho de poder verlo en el cine con una calidad tan exuberante le llenó de orgullo y felicidad. Recordemos que estamos hablando de los recién entrados años 2000, nada tiene que ver con lo que hay ahora.

Sinceramente, es una pieza cinematográfica que no abusa de la digitalización excesivamente. La pena es que a día de hoy no se sigue viendo tan bien como hace veinte años. Yo la he visto en 4K, y claramente, en algunos puntos se nota para mal la digitalización por ordenador. De hecho, en varias de las fotos ya lo habréis podido comprobar. Pese a todo, voy a poner un ejemplo muy claro: la secuencia de balanceo final cuando Spider-Man se cuelga de la bandera de EEUU. Ahí, se puede apreciar la decadencia del realismo.

Efectos especiales de Spider-Man (2002)
Efectos especiales de Spider-Man (2002)

Cuando se rodó esta película, el formato de resolución que se llevaba era el analógico, con el soporte óptico del DVD y con una resolución máxima de 720×576 píxeles en formato de resolución 4:3. Esta tecnología dista mucho de la que tenemos ahora. Entonces, para resoluciones más bajas como las que había antes, si tirabas de digitalización no penalizaba mucho porque el grado de realismo que podías ofrecer estaba lo suficientemente controlado como para que no cantase. Ahora, como se puede conseguir más, pues lógicamente se ve mucho peor.

Para que esto no ocurriese, Mr. Raimi y su equipo tendrían que haber efectuado una maqueta de la ciudad entera o al menos de lo que se quería mostrar en la secuencia, pero no lo hicieron porque debía ser muy difícil coordinarlo con los movimientos de balanceo del “trepamuros”. A películas como las precuelas de Star-Wars (1999 – 2005) les sucede lo mismo en algunos puntos. Sin embargo, otras películas como King Kong (2005) o sin ir más lejos, Independence Day (1996) con la escena de destrucción de las ciudades, no sucede esto. ¿Por qué? Pues esto es debido a que elaboraron maquetas a escala reducida, pero con mucho detalle, y grabaron los planos con cámaras de producción pequeñas.

Las secuencias de lucha se siguen viendo muy bien, al igual que los efectos de vuelo del aerodeslizador del Duende Verde. Están muy bien hechas las escenas de persecuciones policiales, al igual que las explosiones. La pelea final entre ambos protagonistas, así como las batallas del festival mundial o del puente de Queensboro son ejemplos muy claros de la calidad del CGI utilizado.

En cuanto a la puesta en escena, poco puedo decir que no se pueda intuir a simple vista. Los planos fueron elegidos con mucho cuidado, teniendo en cuenta factores muy importantes como la iluminación. El rodaje tuvo lugar en estudios de Hollywood y en diversas localizaciones de Nueva York entre enero y junio del año 2001. Raimi es conocido como un director eficiente que siempre se ajusta al presupuesto y al calendario. Además, como gran fanático de los cómics que es, tuvo mucho cuidado con las decisiones que tomó en relación a las artes gráficas, secuencias de acción, maquillaje y vestuario.

Una de las primeras condiciones que impuso Sam Raimi a Sony fue la de mantener a los fans del arácnido informados en todo momento de cómo evolucionaba el rodaje. Lo que en un principio parecía una medida correcta, resultó ser una diana en la espalda porque los fanáticos no estaban de acuerdo en muchas de las decisiones que tomaba el cineasta. Especial mención merece la polémica que hubo con los disfraces de los superhéroes. Mientras que el traje de Spidey, hecho por el diseñador de arte James Acheson, fue recibido con gran euforia, el del Duende Verde fue duramente criticado. ¡Por poco no cuelgan a Raimi en lo alto del Empire State!

No se parecía al diseño habitual de los cómics: un traje de telas verdes y púrpuras. El estilo propuesto fue una armadura de metal, y el casco, que tapaba la expresiva cara de Willem Dafoe, le daba al villano un rictus constante, tampoco bien visto por el espectador. Dafoe salió en defensa de la producción diciendo: “el objetivo era que el Duende no fuera ridículo, y al haber tecnología involucrada, se decidió un aspecto muy angular y moderno. Se realizaron pruebas con disfraces más aproximados al estilo del cómic, pero era ridículo”.

En resumen, en el plano visual podemos decir que Spider-Man es un largometraje que impresionó en la gran pantalla por cómo cautivó al público de aquel entonces. Pese a ser 2002, hicieron un trabajo excepcional todos los integrantes de los departamentos de artes gráficas y vestuario. No abusó del CGI en ningún momento, ya que como veremos más adelante, Raimi tiró de “truquitos” para conseguir rodar muchas de las escenas que podemos ver en la película. ¡Gran trabajo!

Banda sonora digna de recordar

La banda sonora que se emplea en el filme es otro aspecto imprescindible. Son muchas las emociones que experimenta el espectador mientras escucha la música y el SFX en el transcurso de la narrativa: alegría, satisfacción, miedo, tensión, etcétera. Y es que desde la aparición del logotipo de Columbia Pictures, ya sabes que la peli que vas a ver no es una producción hecha por “tres o cuatro pelados”. En este sentido, una cosa que me gusta mucho de esta entrega es que empieza igual que termina: con una música muy épica. De este modo, se nos hace ver que la película va a dejarnos con buen sabor de boca, y además, que la aventura continuará próximamente.

La banda sonora fue compuesta Danny Elfman, un célebre compositor, músico e instrumentista que ya había realizado sus contribuciones notorias en el mundo del cine. De hecho, Raimi había trabajado anteriormente con el destacado compositor en otras producciones previas como: Darkman (1990), El ejército de las tinieblas (1993) y Un plan sencillo (1998). Teniendo en cuenta que ya se tenían vistas las caras y que las bandas sonoras de estas películas fueron muy bien valoradas tanto por críticos como por el público, decidieron volver a trabajar juntos.

Duende Verde lanzando misiles
La banda sonora fue compuesta por Danny Elfman

Los efectos de sonido que se emplearon en la película también están muy bien conseguidos. Los sonidos de los golpes, las explosiones, así como las bombas que arroja el Duende Verde o el sonido del aerodeslizador son impresionantes. No obstante, lo que más me gusta es el sonido de las telarñas que dispara Spider-Man. El metraje es que está muy completo en todos estos planos, hasta el punto, que muchas escenas de la película son recordadas, precisamente, por la gran epicidad de la música y del SFX que las acompañan. Fragmentos como los títulos iniciales, la escena final del balanceo o cuando Spidey tiene que elegir si salvar a los niños o a MJ en el puente son claros ejemplos.

Anécdotas de rodaje y postproducción

La producción de la película Spider-Man estuvo marcada por diversos problemas que dificultaron su salto al mundo del séptimo arte. Es un largometraje que estuvo rodeado de múltiples polémicas, así como de complicados procesos para la selección tanto de director como del casting de los actores. A continuación, vamos a analizar algunos de los más curiosos.

La primera cosa a destacar es la dirección de Sam Raimi, ya que no era ni de lejos el nombre que en un principio habían pensado. En primera instancia, habían pensado que quien ocupara la silla de director de Spider-Man fuese el mítico Chris Columbus, director de las dos primeras entregas de la saga Solo en casa (1990 – 2021), de las dos primeras películas de Harry Potter (2001 – 2011), entre otras. Sin embargo, fue la segunda película de la franquicia del joven mago la que le impidió rodar Spider-Man. La segunda opción fue Tim Burton, pero tampoco tuvo éxito porque el director no estaba muy interesado. Por ello, terminó siendo Raimi el responsable de dirigir la producción.

El proceso de casting también fue un problema difícil de sortear. Básicamente, porque ni los fans ni los productores de Sony veían a Tobey Maguire como una buena elección para el papel del héroe enmascarado. De hecho, el propio James Franco hizo audiciones para el papel con DiCaprio, pero no le seleccionaron para ese personaje, sino para el de Harry Osborn. La razón de escoger a Maguire fue que la mujer de Raimi le insistió porque consideraba que tenía buenos dotes para la interpretación, y además, porque no era muy conocido. Paralelamente, el actor no tenía el físico deseado, por ello, se sometió a un estricto programa de nutrición y deporte.

Fotografía de Sam Raimi con Tobey Maguire
Fotografía de Sam Raimi con Tobey Maguire

Para Stan Lee, el actor idóneo para interpretar a Peter Parker era el célebre John Cusack, pero el señor tenía casi cuarenta años. ¡Como para dar vida a un adolescente vamos! Por ende, Raimi le dijo que pasaporte. Además, siguiendo en la lista de actores renegados tenemos a Elizabeth Banks, que audicionó para el papel de MJ. Sin embargo, terminó siendo la secretaria de Jonah Jameson en el Daily Bugle, Betty Brant, porque era demasiado mayor.

De hecho, Hoffman, el ayudante con gafas del periódico, es el hermano de Raimi. ¡Qué enchufe! Mención aparte, también, para Lucy Lawless, que recordaréis por ser la protagonista de la serie Xena: La Princesa Guerrera (1995 – 2001), producción donde también trabajó Raimi. Por último, el gran luchador Randy Savage (1952 – 2011) fue el wrestler al que se enfrenta Spider-Man en el combate con la jaula.

Otro aspecto muy reseñable es que el actor que hizo de Duende Verde, Willem Dafoe, hizo todas sus escenas de acción sin recurrir a ningún doble adicional. Realmente, esto es increíble teniendo en cuenta que por aquellos años el actor ya tenía una edad un tanto considerable. ¡Nada menos que 47 añazos! Un gran trabajo para un actor de tal envergadura. ¡Ya os digo que este hombre se lo tuvo que pasar pipa! Además, la risa del Duende es la suya propia, es decir, no se usó ningún efecto de sonido para simularla. ¡Marca de la casa!

¿Tenéis en mente la secuencia en la que Peter recoge la bandeja de Mary Jane en el aire cuando se resbala? Pues bien, esa escena fue rodada sin ningún tipo de CGI. Los únicos trucos que emplearon fue impregnar la mano de Maguire con pegamento, para mantener la bandeja adherida a la mano, e imantarla junto con los alimentos para evitar que se desplazasen al caer sobre ella. Esta escena fue muy complicada de rodar, ya que se necesitaron alrededor de cien tomas para que saliera bien. ¡Más de quince horas le dedicaron!

Del mismo modo, ¿recordáis la araña roja y azul, manipulada genéticamente, que muerde a nuestro protagonista al comienzo de la película? Esa araña no fue creada por ordenador. El arácnido en cuestión se corresponde con una falsa viuda negra, pintada por el equipo de producción de rojo y azul. ¡A qué mola! Es más, los enemigos de Spider-Man iban a ser el Hombre de Arena y Electro, pero Raimi estaba más interesado en la relaciones de la familia Osborn, y por ello, el Duende Verde fue el único villano.

Fragmento de la mordedura de la araña a Peter Parker
Fragmento de la mordedura de la araña a Peter Parker

Aparte de la controversia con los trajes, otro cirio bastante melodramático fue el las “telarañas orgánicas”. El Spider-Man de Tobey Maguire dispara las redes directamente desde sus muñecas, y no por medio de una herramienta tecnológica. Raimi pensó que era una locura que un estudiante de secundaria pudiera inventar algo así. Por consiguiente, continuó por la idea anterior. Según el propio cineasta, cuando los fanáticos se enteraron hicieron campañas para que lo despidiesen. ¡Solo de pensarlo, se me ponen los pezones como para rayar diamantes!

Si hay una escena de la película que ha sido un icono del cine moderno es el beso de Peter Parker y Mary Jane en el callejón. Esta escena fue galardonada con un premio “al mejor beso”, en los MTV Movie Awards. Además, de que fue parodiado en muchos metrajes posteriores. Lo realmente gracioso aquí es que no fue un beso tan idílico como a primera vista parece, ya que al estar Tobey boca abajo, el agua le obstruía las fosas nasales y no podía respirar. Y además, no hay que olvidar el hecho de que MJ le está poniendo la cornamenta a su novio con su mejor amigo enmascarado. ¡Visto así, suena hasta más turbio!

Beso entre Peter Parker y Mary Jane
Beso entre Peter Parker y Mary Jane

Aunque el CGI utilizado no ha envejecido bien en algunas de las escenas de la película, en otras todavía se siguen mostrando imágenes muy interesantes. Raimi es un cineasta al que siempre le ha gustado jugar con los planos de cámara y grabar desde diversas perspectivas. La rotación de cámara ofrece planos sumamente ingeniosos, como el momento en el que Spidey rescata al niño en la batalla contra el Duende en el festival mundial.

La imagen adyacente fue tomada con la cámara girada 45 grados a la derecha, es decir, desde perspectiva de planta. Con un sencillo volteo de imagen y con una estructura de decorado adecuada se obtiene esa foto tan espectacular. ¡Es un efecto óptico! Como ya dije antes… se derritieron la sesera para pensar en estos “truquitos”.

Fotografía de Spider-Man
Los planos de cámara y la perspectiva del decorado derivan en grandes tomas

A pesar de que el rodaje transcurrió sin mayores complicaciones, Sony anunció que el estreno del filme pasaría de ser de noviembre de 2001 a mayo de 2002. Una de las razones fue el proceso de postproducción. Quisieron dedicar el tiempo necesario para asegurar que los efectos especiales estaban bien acabados. Sin embargo, el principal motivo que retrasó el estreno fue debido a hechos totalmente ajenos a la película. Un trágico acontecimiento histórico marcó a toda la humanidad a escala mundial durante las décadas siguientes: el ataque terrorista que sufrió EEUU el día 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas del World Trace Center.

El suceso afectó muchísimo a la población. La extinción de un icono tan emblemático era un tema tan sensible que Raimi tomó la decisión de borrar todo el material de la película en donde aparecían. Según el propio director, no debían rememorar una tragedia tan dolorosa para la ciudadanía, y por ello decidió suprimirlas. Entre el material eliminado se encuentra el primer teaser original de la película, donde unos ladrones después de robar un banco, se fugaban en un helicóptero que quedaba atrapado en una telaraña gigante tejida entre las dos torres. Aún con todo, hay una escena donde pueden apreciarse mínimamente. Aprovecho para dejaros el enlace al tráiler aquí.

Las Torres Gemelas aparecen en la película de Spider-Man (2002)
Las Torres Gemelas aparecen en la película Spider-Man (2002)

Otro aspecto que me parece interesante comentar es la calificación por edad que recibió esta película. Lo dejo claro desde el principio, no creo que ninguna de estas tres cintas sea apropiada para los niños. No tienen todas el mismo nivel de oscuridad y violencia, pero es que en estos matices este filme es claramente superior si lo comparamos con los dos siguientes. Esto es muy curioso porque mientras que las dos últimas fueron calificadas como no recomendadas para menores de siete años, esta fue catalogada apta para todos los públicos. ¡Menudo disparate!

El contenido de la película no es apropiado para un niño principalmente porque muchos dilemas que se plantean no los va a entender. Le puede llamar la atención ver a Spidey dando saltos, lanzando redes, balancearse, así como ver al Duende volar en su aerodeslizador y explotar cosas. Sin embargo, escenas como la secuencia entera del callejón, la transformación de Norman Osborn en el Duende, la esqueletización de los directivos de Oscorp o la batalla final entre el héroe y el villano no deben ser vistas por los niños. Así que antes de ponerla al público infantil recomiendo un visionado de reconocimiento para dar un veredicto justo.

Spider-Man luchando contra el Duende Verde
Spider-Man (2002) no es una película apta para el público infantil

Esta información creo que de todos es sabida, pero por si acaso, en la película Stan Lee hace un cameo en la batalla del festival mundial. Esto es algo que se volvió recurrente en todas las producciones de Marvel. Para dar por cerrado este tema, os diré que Spider-Man fue un metraje que batió numerosos récords de cartelera. ¡Consiguió ser la primera película en alcanzar los cien millones de dólares en su primer fin de semana en la taquilla estadounidense! Además, superó a la película Harry Potter y la piedra filosofal.

Batiría unos cuantos récords más, hasta que recaudó la friolera de 825 millones de dólares en todo el mundo, cifras que ahora se presuponen como lo que cualquier película de superhéroes que se precie debería alcanzar, pero por entonces eran históricas. En España logró el mejor estreno de la historia hasta el momento, con una cuantía total de 23,7 millones de dólares del momento. ¡A flipar!

Conclusión

Spider-Man es uno de los filmes más destacados del cine de acción y superhéroes. Por ello, todo cinéfilo que se precie debería tenerla dentro de su colección. Como hemos comentado anteriormente, la película se estrenó en mayo de 2002, y en tan solo un fin de semana, batió récord de taquilla. Con el paso del tiempo logró recolectar la cifra de 825,9 millones USD, vaga la redundancia. ¿Por qué repito este dato? Sencillamente, porque este éxito tan grande fue la pieza para que “la fábrica de superhéroes hollywoodense” se pusiera manos a la obra para dar cancha a este género.

Tan solo un año después, en 2003, llegaría tanto Hulk, de Ang Lee, como Daredevil. Las compañías cinematográficas habían intentado tiempo atrás, sin éxito, promover negocios en base a franquicias que derivasen en forma de secuelas, spin-offs, merchandising y videojuegos. Pues bien, nuestro vecino y amigo Spider-Man fue la carta blanca para esto.

Spider-Man apoyado en el asta de la bandera de EEUU
Fotografía popular de Spider-Man en la primera película

¿Cuál fue el secreto? Hay varias respuestas, pero la más evidente es que se trataron a los superhéroes de los cómics con respeto, adaptándolos con fidelidad al material original y generando confianza hacia el público. Además, Sam Raimi y su equipo pusieron mucho mimo en el desarrollo de la producción. Por ello, el público a nivel mundial volvió a divertirse viendo a un hombre con máscara y traje combatiendo el crimen y soltando golpes.

Esto ya es como curiosidad, si sentís rabia como yo por no haber podido ir a ver esta película en la gran pantalla, os diré que estamos todos de suerte. A consecuencia del centenario de la productora Columbia Pictures, van a reestrenar todas las entregas de nuestro vecino y amigo Spider-Man. Así que ya sabéis, si queréis rememorar viejos tiempos o como en mi caso, quitaros esa espina, “cartera y zapatilla” porque a partir de agosto empieza la fiesta.

Spider-Man es una película de culto que toda persona debería ver al menos una vez en la vida. Está a rebosar de carisma, de acción, de diversión y os aseguro que os dejará atónitos. Si nunca habéis tenido contacto con el mundo de Marvel y os ronda la idea por la cabeza, mi consejo es que paséis de las películas actuales por ahora y os echéis un vistazo a esta que es el comienzo de todo. Por último, y no menos importante, es una buena opción para disfrutar tanto con amigos como con familia, pero lo dicho, recomiendo un visionado previo para verificar que la consideráis apta para el público infantil. Recordad, ¡un gran poder conlleva una gran responsabilidad!

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