Caratula de Men in Black (1997)

Ficha de la película

Pelicula Men in black 1997
Título: Hombres de negro

Título original: Men in Black

Fecha de estreno: 11 de julio de 1997 (España)

Duración: 1h 37min

Género: ciencia ficción

Director: Barry Sonnenfeld

Guion: Ed Solomon

Reparto: Tommy Lee Jones, Will Smith, Linda Fiorentino, Vincent D’ Onofrio, Drew Massey, Rip Torn, Tony Shalhoub, Sylvester Stallone

BSO: Danny Elfman y Michael Barry

Recaudación: 589,4 millones USD

Productoras: Columbia Pictures
Nota: 6.2

Damas y caballeros, querida familia, vamos a comentar una película muy popular dentro del género de ciencia ficción y comedia. Hoy os traigo la primera entrega de la saga de películas de Men in Black, lanzada en 1997, y protagonizada por actores de primera categoría como son: Tommy Lee Jones, Will Smith, Linda Fiorentino y Vincent D’ Onofrio.

En esta incipiente aventura, vamos a conocer la historia de Kevin Brown (el agente K) y James Darrell Edwards III (el agente J), dos espías que trabajan para una corporativa secreta que controla toda la actividad alienígena realizada en la Tierra. La película en cuestión, es una adaptación de la historia homónima del célebre escritor de cómics estadounidense Lowell Cunningham. El título hace referencia a Los Hombres de Negro, unos personajes muy presentes en las teorías conspiratorias sobre los alienígenas. Su trabajo es, cuanto menos inquietante, ya que supuestamente se encargan de ocultar a los ciudadanos la presencia de extraterrestres en la Tierra. ¿Será verdad que hay aliens entre nosotros? ¡La polémica está servida!

Cómic de Men in Black escrito por Lowell Cunningham en 1990
Cómic de Men in Black, escrito por Lowell Cunningham en 1990

En los Premios Óscar de 1997, Men in Black ganó la estatuilla a Mejor Maquillaje. Es más, se las apañó para conseguir otras dos nominaciones a Mejor banda sonora y a Mejor Dirección de Arte. Antes de nada, debo confesar que no es una de mis películas favoritas. De hecho, está bastante lejos de serlo, pero me suscita mucho interés los premios a los que fue nominada. La crítica que recibió fue bastante buena y la recaudación que ganó: 589,4 millones USD, para ser del año 1997, está muy bien. Pero sobre todo, lo que más me intriga es cómo ha conseguido convertirse en un título tan conocido entre el público del séptimo arte. ¿Sentís curiosidad? ¡Vamos con ello!

Origen estrafalario: cómics y teorías conspiratorias

Muchos consideran que Men in Black es una saga cuyo comienzo tuvo lugar en el cine, en 1997. Sin embargo, su verdadero origen reside en los cómics, hechos por el guionista Lowell Cunningham y la ilustradora Sandy Carruthers, quienes desarrollaron un mundo que hace una ácida crítica social al sistema en el que vivimos. Sinceramente, me fastidia muchísimo que la plebe no tenga consciencia de tales sucesos. Es más que evidente que, sin estas dos personas, esta saga nunca habría visto la luz.

Los años noventa fueran la cuna de un fenómeno social llamado ufología, un movimiento social, y para muchos “científico”, que tiene como objeto de estudio a los ovnis y a toda la actividad relacionada con ellos. Así es, señoras y señores, en este contexto tan estrambótico surgió el cómic de Men in Black, cuyo punto de partida es más o menos similar al narrado en la película: un agente veterano recluta a un joven dentro de una organización secreta de hombres que visten gafas y traje negro.

No obstante, a diferencia de la película, estos agentes no solo se dedican a enfrentar y mantener oculta la existencia de extraterrestres, también de demonios, dragones, unicornios, así como de otros tipos de criaturas. Por consiguiente, el concepto original es mucho más rico que lo visto en el cine. Los personajes también son un poco distintos. Mientras que el agente J, en su versión cinematográfica, es un chulo y prepotente con un buen corazón, en los cómics es simplemente un cabrón.

El agente K, por su parte, odia sus métodos violentos, pero no hace mucho por detenerlo. Quizá esa pareja, sea la parodia perfecta de conservadores y liberales propia de los EEUU. Y es que, si bien Men in Black también tiene elementos de comedia, su humor es negro y muy ácido, punto que se conserva en algunos diálogos de las película. Además, ambas vertientes, cómic y filme, están desbordadas de tecnología futurista. La diferencia estriba en que en las películas se traducen en “cochazos y pistolacas” que hacen “pew, pew”, y en los cómics en armas de fuego que dejan largos senderos de sangre.

Lo más interesante es el carácter satírico del cómic. Los Hombres de Negro son mostrados desde el principio como una especie de Border Patrol que procede siempre abusando de su autoridad, con violencia, aplastando los derechos de los demás y con una agenda poco clara. Y eso por no hablar de que ambos personajes son blancos y caucásicos, a diferencia de la película, que son de naturalezas culturales y étnicas diferentes, cosa que para mí, enriquece mucho la película y le da un toque más intrigante.

A estas alturas de la película, nunca mejor dicho, sabemos que la cinta proviene del cómic, pero… ¿de dónde sale el susodicho cómic? Pues bien, la idea de Los Hombres de Negro, sobre la cual, se sostiene toda la trama argumental de la historia, nace de estrafalarias teorías conspiratorias sobre sucesos extraterrestres y paranormales. Así las cosas, según la tradición popular, Los Hombres de Negro son agentes secretos gubernamentales o extragubernamentales encargados de ayudar a ocultar una presencia extraterrestre en la Tierra. De hecho, incluso se ha dado a entender que los extraterrestres pueden ser ellos mismos. ¡Menuda fumada!

El término también se utiliza para describir a misteriosos hombres que trabajan para organizaciones desconocidas, así como a las distintas ramas del gobierno estadounidense, supuestamente con el objetivo de proteger secretos de Estado o realizar otras actividades extrañas. El término en sí es genérico, ya que se utiliza para referirse a cualquier individuo con una conducta extraña, amenazadora o poco común, cuya aparición en escena puede estar vinculada, en cierto modo, con un avistamiento ovni. ¡Qué locura!

El ufólogo Bill Moore, cree que Los Hombres de negro forman parte de la muy real Air Force Office of Special Investigations (la AFOSI), fundada el 1 de agosto de 1948. La AFOSI es un departamento de seguridad interno de los EEUU, instaurado después del FBI, para investigar las actividades criminales dentro del seno de la Fuerza Aérea y sus contratistas de armas, puesto que una de sus misiones es la de proteger la tecnología, los programas y al personal de una crisis global de “amenazas externas”. ¿Imaginabais que el origen de Men in Black era tan enrevesado?

Esquema de las funcionalidades de la organización AFOSI
Esquema de las funcionalidades de la organización AFOSI

Un argumento fuera de lo común

La línea argumental de Men in Black es bastante compleja. Sin embargo, en líneas muy generales podría resumirse de la siguiente forma: después de que una agencia de inteligencia gubernamental hace el primer avistamiento de extraterrestres, allá por 1961, a los alienígenas no les queda otra que vivir de incógnito entre los terrícolas.

Los “Hombres de Negro” son una agencia secreta que vigila a estos extraterrestres, protege a la Tierra de las amenazas intergalácticas y utiliza “neuralizadores que borran la memoria de los testigos, para así, preservar en secreto la actividad extraterrestre.

Después de una operación para arrestar a un criminal alienígena llamado Mikey (John Alexander), cerca de la frontera mexicana, por los agentes K (Tommy Lee Jones) y D (Richard Hamilton), el agente D decide retirarse dada su vejez. Por ello, K debe neuralizarlo, es decir, borrarle la memoria, para poder retirarse.

Los agentes K y D capturando al extraterrestre Mickey
Los agentes K y D capturando al extraterrestre Mickey

Esa misma noche, el oficial del Departamento de Policía de Nueva York James Darrell Edwards III (Will Smith), se enfrenta a un ladrón extrañamente rápido y ágil, que en realidad es un alienígena que ha fracasado en su misión, y por ello, para evitar ser arrestado, se suicida. Impresionado por los sucesos ocurridos, el agente K se desplaza para interrogar a James, lo neuraliza, y le deja una tarjeta de presentación con una dirección. Así las cosas, James acude al lugar de la dirección y se somete a una batería de complicadas pruebas. Finalmente, entra en la organización de Los Hombres de Negro, y se convierte en el nuevo compañero de K, el agente J.

El agente K explicándole la existencia de alienígenas a James
El agente K explicándole la existencia de alienígenas a James

Paralelamente, al norte de Nueva York, otro extraterrestre (llamado la cucaracha o “el bug”), aterriza de forma accidentada e ilegal en la Tierra, matando a un granjero llamado Edgar, para usar su piel como disfraz y “ocultarse” al resto del mundo mientras cumple su cometido. Su misión se reduce a encontrar un dispositivo, conocido como “La galaxia”, una gran fuente de energía subatómica, alojada en el collar del gato doméstico de otro alienígena, el Dr Rosenberg, que vela por protegerla, con el fin de evitar una guerra intergaláctica entre los arquilianos y los humanos.

Villano principal de Men in Black (1997): Edgar "el bug"
Villano principal de Men in Black (1997): Edgar “el bug”

En definitiva, mediante un guion bastante bien elaborado, Sonnenfeld presenta a los espectadores una muy convincente trama, que nos cuenta como un alienígena insectoide con ganas de montar trifulca llega a la Tierra, así como su caza por parte de los dos agentes de negro, que tardarán en comprender la magnitud de aquello a lo que se enfrentan.

Un guion marcado por el humor y la locura

Men in Black es una película que, en contraposición a otras grandes películas del género de extraterrestres, el humor es el principal hilo conductor de la trama. Esto, para mí, es una de los matices más importantes a reseñar. En ningún momento se vislumbra un ambiente tétrico, oscuro y lúgubre, como por ejemplo el creado por Ridley Scott o James Cameron en las películas de Alien. En honor a la verdad, este hecho es un pilar muy importante en esta saga cinematográfica, ya que es probable que de no haber sido así, quizás no habrían tenido tanta calada en los críticos y en los espectadores.

De alguna forma, se había impuesto el canon de que los alienígenas tenían que ir de la mano del terror para convencer al público. Fijaos que Independece Day (1996), La guerra de los mundos (2004), Super 8 (2011), Señales (2002), etcétera, son ejemplos de películas que siguen esa idea. Hasta 1997, solo había habido un filme que reflejara a los extraterrestres como posibles seres amistosos y cordiales, E.T., el extraterrestre (1982). En este contexto, el director Barry Sonnenfeld, junto con el guionista Ed Solomon, demostraron que esa tendencia era fácilmente rompible, y así lo reflejaron en la dirección y guion de la película. ¡A tope!

Desde el minuto cero, podemos ver a los personajes (humanos y alienígenas), soltando todo tipo de chistes y chascarrillos que se yuxtaponen muy bien con los momentos de acción, como por ejemplo, cuando Edgar le dice a su mujer: “te arrastras por ahí como un perro al que han zurrado demasiado o al que no han zurrado lo suficiente, no sabría decirlo. Aquí lo único que da la talla es mi ranchera”. Chiste impensable en la sociedad actual. En ese momento, se estrella la nave del villano contra la camioneta, y el otro, creyendo que la han hecho saltar por los aires, dice: “¡Normal!”.

También tenemos el momento en el que James (Will Smith) conoce a los famosos “aliens gusano”, mientras están tomando café. Es increíble como K mantiene una conversación cotidiana con ellos mientras James permanece absolutamente incrédulo y asombrado por lo que está viendo. En esta escena ambos actores hacen una muy buena interpretación, hasta el punto de que parece no haber atisbo de ficción y que están viviendo eso realmente. ¡Solo hay que ver sus expresiones faciales!

El agente K hablando con los "aliens gusano"
El agente K hablando con los “aliens gusano”

En suma, tenemos al agente K (Tommy Lee Jones) recitando algún que otro proverbio filosófico interesante, por ejemplo: “el individuo es listo, la masa es un animal miedoso, idiota y peligroso”. Crítica mordaz que refleja cómo la psicología de masas puede afectar seriamente al comportamiento, pensamiento y juicio de las personas. Adicionalmente, la película también cuenta con algunos momentos macabros, siendo en mi opinión, las muertes de Edgar y de Newton, los fragmentos más reseñables.

Muerte del personaje de Newton, el recepcionista de la morgue
Muerte del personaje de Newton, el recepcionista de la morgue

Un reparto desaprovechado

La trama de Men in Black fue una propuesta arriesgada, ya que ofrecía un paradigma, una visión, sobre los extraterrestres y eventos paranormales muy diferente a lo comúnmente establecido, es decir, planteó un esquema rompedor. Y seamos justos, aunque a Sonnenfeld y a Solomon les quedó una historia bien montada e hilada, considero que algún elemento de esta no estuvo llevado al límite, concretamente, la calidad y arte de los actores con los que contaba. ¡Vamos a analizarlos!

En primer lugar, comenzamos por el agente K, interpretado por Tommy Lee Jones. Es un personaje bastante bien construido, ya que el espectador puede fácilmente explorar muchos de sus pensamientos y virtudes. Sus diálogos son, en líneas generales, muy sólidos y significativos. Es un personaje bastante interesante de cara al público.

Sin embargo, creo que todos estos sucesos vienen motivados por la alta reputación que, por aquel entonces, el actor ya tenía en su espaldas. La filmografía de este señor es muy famosa, y muy exitosa, pues cuenta con diversas composiciones de gran calidad como Love Story (1970), El fugitivo (1993), No es país para viejos (2007), U.S. Marshals (1998), etcétera. Así las cosas, es más que evidente que el agente K debía ser un personaje que estuviera, por así decirlo, a su altura. Quizás, de no haber sido así, no hubiera aceptado el papel.

Aunque en honor a la verdad, Jones no era la principal opción para el rol del agente K. El susodicho papel se le ofreció, en primera instancia, a Clint Eastwood, pero lo acabó rechazando porque la naturaleza del proyecto ni le convencía ni le entusiasmaba.

En segundo lugar, tenemos a nuestro querido amigo Will Smith, en el papel del agente J. ¿Qué puedo deciros de este hombre? La presentación de su personaje es excelente, así como su progresiva introducción a un mundo que desconoce. Lamentablemente, y esto creo que es poco discutible, el filme termina desequilibrándose del todo por la presencia de la estrella afroamericana, y sin duda habría ganado mucha más credibilidad con otro actor.

Tommy Lee Jones y Will Smith en los papeles de los agentes K y J
Tommy Lee Jones y Will Smith en los papeles de los agentes K y J

Will Smith ha crecido como intérprete en los últimos años, pero aquí no ofrece absolutamente nada más que la imagen de tipo duro atractivo y respondón. Lo que más me cabrea es que hace un papel muy similar al que hace en la película de Independence Day (1996). Es más, aquí hay una curiosidad muy interesante. El año 1996 fue muy productivo y complicado para Will Smith, ya que se le juntó el rodaje de la sexta y última temporada del la sitcom El príncipe de Bel-Air (1990-1996), con la película de Independence Day.

El excesivo agotamiento, y el hecho de que un año después de rodar esta mítica película de alienígenas, le ofrecieran hacer Men in Black, que es otra película de alienígenas, provocó que el actor rechazara el papel de primeras. Fue su esposa, Jada Pinkett, la que le convenció de que lo aceptara. ¡La cosa tiene traca! En mi opinión, ojalá no lo hubiera aceptado porque es muy lamentable ver como un actor hace lo mismo en diversas de sus películas. Y es que en Yo, robot (2004) vuelve a caer en la misma rueda. Interpreta a otro tipo duro, chulesco, que se mofa de los malos, y para colmo, le sale bien.

A estas alturas, podríamos decir que el patio está así: tenemos un personaje carismático, el de Tommy Lee Jones, y por otro lado, el de Smith, que se le limita a soltar chascarrillos y vaciladas. Por lo que Men in Black queda limitada a la típica comedia de pareja de polis de las que hemos visto a tutiplén, cuando podría haber trascendido para llegar a algo más.

Me gusta muchísimo la mezcla étnica y cultural de la pareja. Considero que favorece la química de los actores, hace más atractivo al dúo, y por ello, sus hazañas hacen más mella en la memoria del espectador. De hecho, este recurso ya ha sido utilizado en otras películas del popular género buddy cop como El último boy scout, cuya crítica puedes ver aquí, o la saga de Hora punta.

Sonnenfeld, que antes que director fue director de fotografía, sobresaliendo en trabajos como Muerte entre las flores, sorprende por extraer de un operador tan competente, y a veces brillante, como Don Peterman una fotografía tan chabacana, tan carente de inspiración, de categoría, como la de esta película, con un aspecto visual que no sobresale prácticamente en nada, y que hubiera necesitado de un cineasta más imaginativo que Sonnenfeld.

Puestos a darlo todo, como parece que tenían ganas de hacer, se quedaron a mitad de camino, pero es que parece que se quedan a medio camino de todo: a medio camino de la sci-fi, a medio camino de la película de acción, de la comedia loca, de cualquiera de los varios géneros y subgéneros que va tocando con ligereza, ¡y sin llegar a nada! Pero, pese a ello, la historia avanza bien, y la mayoría de los chistes funcionan, por mucho que se eche en falta una mayor oscuridad y densidad en la trama. En resumen, Men in Black es una entretenida película, pero en algunos puntos considero que quedó descafeinada.

Siguiendo con los desperfectos, sorprende ver al desaprovechado Vincent D’Onofrio, el mítico inspector de policía Robert Goren de Ley y Orden: Acción Criminal (2001 – 2011), en el papel del desafortunado granjero Edgar, cuya piel servirá de máscara al peligroso alienígena, y a la aún más desaprovechada Linda Fiorentino, que pese a no tener absolutamente ninguna relevancia en la historia, borda su papel de forense solitaria y obsesionada con las conspiraciones. El actor Rip Torn es el perfecto jefe de Los Hombres de Negro, y aparece por ahí el gran Tony Shalhoub en un pequeño papel. Entre los alienígenas que viven entre nosotros, la pantalla muestra a Sylvester Stallone, Drew Massey y a Steven Spielberg.

Maquillaje y efectos especiales

Ahora vamos a tocar un tema altamente controvertido, los efectos especiales. En este aspecto, Men in black es una película que, tristemente, ha envejecido bastante mal. Cuando la cinta salió en 1997, los efectos especiales no se veían mal para aquella época. Sin embargo, hay películas que el paso del tiempo les afecta más y a otras a las que les afecta menos. Sintiéndolo mucho, aquí Men in Black se lleva una “buena F”.

Es curioso como algunos diseños de extraterrestres se ven bien y otros, con perdón, se ven de puta pena. ¡Es algo que no logro entender del todo! No es un problema uniforme, pero sucede. El diseño del villano principal se sigue viendo bastante bien logrado. En contraposición, tenemos la escena donde nace el hijo de una alienígena en el asiento trasero de un coche. El efecto del tentáculo zarandeando al agente J está mal, pero el bicho aún peor.

La escena en la que el arquiliano Rosenberg muere y se observa cómo vivía dentro de un exotraje (robot humano) no está mal, pero el bicho en cuestión ¡da pena! Y para colmo, le ponen la voz doblada de Piolín, el patito de los Looney Tunes de la Warner Bros. ¡Hay que joderse! La escena en la que Edgar mata a otros alienígenas al creer que estos tienen “La galaxia” es, como decirlo, “caca de la vaca paca”.

La explosión de “el bug” o los efectos de las cucarachas están bastante bien logrados y la transformación del coche en el túnel es perfecta, pero el efecto de que va por el techo es dañino a los ojos. Realmente, en este punto, la película tiene sus claros y sus oscuros, es decir, o muy bien o muy mal.

Rosenberg, el arquiliano dentro de su exotraje
Rosenberg, el arquiliano dentro de su exotraje

Por otro lado, hay que romper una lanza a favor de la película, y es el tema del maquillaje. No en vano recibió un premio: Oscar al mejor maquillaje. Seamos justos, Rick Baker hizo un trabajo apoteósico. De hecho, se puede reflejar muy bien en el traje de Edgar. La piel blanca y seca, los ojos que reflejan muerte y descomposición, los dientes putrefactos, etcétera. En fin, ¡chapeau!

Muestra de la calidad del maquillaje usado en Men in Black
Muestra de la calidad del maquillaje usado en Men in Black

Banda sonora y efectos de sonido

La música que aparece en la película corrió al cargo de un gran compositor, como es Danny Elfman. Este gran artista ha sido el responsable de poner música a todos los filmes de la saga. también es el autor detrás de la banda sonora de Mars attacks! (1996), de Tim Burton, así como de grandes trabajos como la música de Spiderman (2002) y Hulk (2003).

El soundtrack de Men in Black se caracteriza por ser un tipo de música donde predominan los ritmos contundentes, las melodías rápidas con bruscos giros de orquesta, donde a veces parece que Elfman va a volver locos a los pobres músicos, y donde, por supuesto, tienen un importante papel las percusiones. El mejor ejemplo de todo ello lo encontramos en el primer corte, “MIB Main Theme”, el tema de los Men in Black compuesto a base de una divertida melodía, pero a la vez cargada de fuerza y potencial. ¡Una combinación difícil de conseguir!

Conozco testimonios reales de gente a la que la banda sonora le parece que es poco seria, pero bajo todo ese estilo desenfadado del que hace gala, no podemos olvidar que subyace una composición notablemente compleja, sobre todo en el manejo de la orquesta y en la mezcla de ritmos. En mi opinión, el fallo de esta obra viene representado por algunos temas que son algo más enfáticos, y por tanto, que carecen del ritmo y del divertido estilo galopante del resto de las piezas que componen la banda sonora de la película. Aun así, podemos decir, a groso modo, que Elfman hizo un trabajo sobresaliente.

Los efectos de sonido estuvieron bajo el control de Michael Barry. En este sentido, hay que decir que el SFX del metraje es sumamente acertado. Los rugidos de los alienígenas, los disparos de las pistolas, el sonido de los coches, las naves, etcétera, ayudan a crear un ambiente de clímax que hace que el espectador disfrute mucho más el contenido de las escenas. ¡Gran trabajo!

Como es costumbre, dejo lo peor para el final. Lo siento mucho porque esto sé que va a escocer a muchos de vosotros. ¡No puedo con la canción que compuso Will Smith! Musicalmente, es purria, pero lo que me pone malo del todo es que sobró muchísimo. La historia de esta canción es bastante curiosa, ya que es el sampleo más descarado de la música de los noventa. La susodicha pieza musical utilizó como base una canción de la era post-disco de Patrice Rushen, titulada Forget Me Nots. Básicamente, se le añadieron unos cuantos versos de rap y ritmos más electrónicos que, a pesar de ser insulsos, funcionaron lo suficiente como para hacer bailar a medio mundo.

Seamos justos, a nivel musical es ponzoña de la buena, y eso que ¡cuidado! el videoclip no está del todo mal. Sin embargo, creo que es una treta publicitaria que utilizó Will Smith para dar a conocer mucho más la película. De hecho, no es la primera vez que lo haría, ya que la intro de la sitcom El príncipe de Bel-Air también es un rap compuesto por él, osea que ya tenía ciertas tablas en la materia. ¡Viva el merchandasing!

Curiosidades de Men in Black

A continuación, voy a comentar algunos aspectos detrás de la película que me han parecido bastante interesantes, y que creo que merece la pena que sean reseñados. Para ello, vamos a ir de menos a más. Así que, sin más dilación, ¡empezamos!

En primer lugar, tenemos la estética de Los Hombres de Negro: camisa blanca, muy bien trajeados y con unas estilosas gafas de sol. Pues bien, estas “gafitas” son nada más y nada menos que unas “Predator 2” de Ray-Ban. La mencionada marca confirmó que las ventas de este modelo se triplicaron tras el estreno de la película, llegando a la increíble cuantía de cinco millones de dólares. Además, la diseñadora de vestuario Mary E. Vogt, explicó que se inspiró en el clásico traje gris que llevó Cary Grant en Con la muerte en los talones (1959), para confeccionar los trajes que llevan los agentes en la película.

Seguidamente, tenemos a la figura de Steven Spielberg, quien no quiso dirigirla, aunque llegó a planteárselo seriamente. Al final optó por ser el productor ejecutivo, y para más inri, se encargó de llamar personalmente a Will Smith para ofrecerle el papel, quien en un principio “hizo ascos” y rechazó hacerla porque no quería hacer otra película de bichos. Sin embargo, su mujer le convenció. Es más, el propio Spielberg, envió un helicóptero para recogerlo y llevarlo a una reunión organizada con el único fin de que aceptase el papel. ¡De locos!

Men in Black es una de las pocas películas conocidas en las que se grabaron escenas en las que los actores no podían contenerse la risa. Esto fue lo que le paso a Tommy Lee Jones cuando filmaba el momento en el que hablaba con Frank, el pug (el perro informante). Se realizaron diversas tomas, pero el hecho de zarandear al perro y tener que mantener una conversación con él provocaban que se riera. El equipo pudo recortar los fragmentos, pero aun así, en la película hay un instante en el que puede apreciarse la risa del actor.

Fragmento de diálogo entre el agente K y Frank el pug
Fragmento de diálogo entre el agente K y Frank el pug

En relación con lo anterior, hago otra pequeño inciso en la escena del agente K con los “aliens gusano”. En ese fragmento se puede ver a los extraterrestres hablando una lengua rara entre ellos. Pues nada más lejos de la realidad, ese “registro lingüístico” que usan los bichos se conoce como “huttese”, la misma lengua que emplean los Hutt en la saga de Star Wars de George Lucas. ¡Flipante!

Otro aspecto bastante curioso es que al actor Vincent D’Onofrio le dio una subida de azúcar mientras rodaba la escena en la que tenía que beber agua azucarada. ¿Recordáis la escena en la que Edgar bebe el vaso de agua con azúcar? El equipo tuvo que rodar quince tomas del actor bebiendo el agua azucarada que le daba su esposa Beatrice (esa que de niña le dieron un balonazo en el colegio y se quedó “p’alla”), pues por lo visto, le dio un castañazo bien majo al pobre actor.

Además, la actriz Linda Fiorentino se jugó su participación en una partida de póker con el director Barry Sonnenfeld. Además de conseguir el papel, acabó ganando 1.200 dólares. ¡Esta es la que más me mola! Y ya para terminar, se realizó una réplica de 8,9 metros cuadrados del Midtown Tunnel de Queens (Nueva York), mismo túnel que aparece en la película Pánico en el túnel (1996), de Sylvester Stallone. Tardaron cuatro meses en construirla.

Conclusión

Men in Black es una película de ciencia ficción y comedia que reúne todas las papeletas para convertirse en un clásico del cine de los años noventa. Es un filme original, cuenta con un humor decente, es divertida. Es una buena elección para pasar una tarde o noche de fin de semana entretenida, ya sea en misión solitario o en familia. Aun con todo, seamos sinceros, ¡no es nada del otro mundo!

Es una película aceptable de Sonnenfeld, pero no considero que esté dentro de las mejores que ha hecho, y ni mucho menos creo que sea una de los mejores largometrajes dentro del cine de ciencia ficción. Sin embargo, tuvo mucha suerte, ya que los actores escogidos gozaban de muy buena reputación en aquellos años, y aunque no llegaran a transmitir toda la fortaleza que creo que todos tienen, dentro de lo que cabe, se defendieron bastante bien.

También debo decir que me sorprende mucho las cifras de taquilla que consiguió. Fue la segunda película más taquillera de 1997, ya que el primer escalafón se lo llevó Titanic. Recaudó la heladora cifra de 589,4 millones USD, demasiado para lo que la película es en sí. Es un filme donde todo queda demasiado desvirtuado y al final el conjunto termina sabiendo a muy poco. Una pena, podría haber dado para bastante más.

Considero que las películas basadas en libros, videojuegos, y en este caso, cómics, son proyectos de gran elaboración. Hay que tenerlos bien puestos, y tener muy clara la idea de cómo se va a adaptar una pieza de muchas horas de juego o páginas de lectura a un entorno de duración mucho más breve. Por norma general, suele acabar en desastre, pero como siempre hay excepciones. Tranquilos que esta no es una de ellas.

Desde el principio nos encontramos con un cómic hiperbólico de poca densidad conceptual. Los títulos iniciales con el abejorro aplastándose contra el parabrisas de una furgoneta son un ejemplo perfecto de lo que quiero transmitir. Esa imagen es una buena metáfora de lo minúsculo que es el hombre en la inmensidad del universo.

Honestamente, pienso que la intención de Solomon va por ese camino, como en otras imágenes de la película, pero no llegan a cuajar porque da la impresión de que a Sonnenfeld, en realidad, le da lo mismo. Considero que estaba más preocupado porque los adolescentes que acudiesen en masa a ver su película no salieran defraudados, para así, poder reunir una buena cantidad de dinero en taquilla, como finalmente sucedió. ¡Sorpresa, sorpresa! En resumen, es una película entretenida y para pasar un rato, pero no merece para nada todo el éxito que consiguió.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *