Tecnología

La televisión: una tecnología clave en la historia de la humanidad

¡Damas y caballeros! Lo primero de todo y antes de nada, ¡feliz año nuevo a todos! Sé que llego un poco tarde, pero he andado bastante ocupado con cosas. Espero que el 2023 haya sido un año positivo y os haya traído muchas enseñanzas constructivas. Ojalá que el 2024 sea igual o incluso mejor. Dicho esto, vamos empezar el nuevo año con contenido de calidad y con ganas de aprender. Hoy comentaremos el papel de la televisión en la historia de la humanidad. ¡Vamos a hablar de tecnología! La verdad es que ya tocaba porque el anterior post sobre este tema es cercano al comienzo del blog, os lo dejo aquí por si queréis recordarlo. ¡Anda que no ha llovido!

Vamos a comenzar hablando de cómo se inventó la televisión y en qué contexto social e histórico surgió. Paralelamente, comentaremos cómo ha sido la evolución tecnológica que ha experimentado a lo largo del tiempo, hasta terminar siendo lo que es hoy. Es un bloque bastante denso, así que iremos poco a poco para no perdernos. Así las cosas, empezaremos por el principio: el origen de la televisión. ¡Vamos con ello!

La llegada al mundo de la televisión

El motivo por el que se inventó la TV es, ni más ni menos, el éxito de su hermana mayor: ¡la radio! Un dispositivo que supuso un antes y un después en el mundo de la tecnología al permitir que la voz y la música viajaran grandes distancias sin necesidad de cables. Además, revolucionó los estándares de comunicación de masas, ya que se introdujeron nuevas formas de entretenimiento e información.

La historia de la TV comenzó en 1884, con la invención del disco de Nipkow, que consistía en un círculo metálico conectado a una fuente de luz, utilizado para proyectar en láminas hechas de selenio, la luz que plasmaban los objetos. En otras palabras, era una especie de proyector, pero de naturaleza sumamente rústica.

No fue hasta 1926, cuando el escocés John Logie Baird, después de varios intentos por copiar el sistema de ondas electromagnéticas de la radio, logró sincronizar dos ejemplares de los discos anteriores, los discos de Nipkow, por medio de un mismo eje. De esta forma, usando uno como transmisor y el otro como receptor, pudo transmitir de un modo muy eficaz la imagen de la cabeza de un maniquí a catorce pantallas distintas por segundo. Baird logró revolucionar las telecomunicaciones con este increíble aparato, puesto que dio comienzo a la primera era de la historia de la TV: la fase mecánica.

La era mécanica (1926 – 1931)

Dos años más tarde, su invento empezó a ganar popularidad internacional. Gracias a este incipiente éxito, Baird logró concretar acuerdos con la capital británica, y consiguió transmitir imágenes entre Glasgow y Londres. Es más, un año después, amplió la distancia de Londres a Nueva York por medio de señales de radio. ¡Ahí es nada! Después de diversas pruebas y modificaciones, en 1927, la cadena de noticias británica BBC realizó su primera emisión pública.

Este hecho solo fue la punta del iceberg, ya que más adelante, otras importantes cadenas de radio, como las estadounidenses NBC y CBS lograron transmitir para todo EEUU. Así fue como la TV comenzó a ganar público en el ámbito de la comunicación, del ocio y del entretenimiento.

La calidad del trabajo de Baird, así como los resultados obtenidos, fueron los factores principales que explican la repentina expansión de la TV por todo el mundo. No obstante, me parece muy interesante destacar otros aspectos, que pese a que no fueron tan influyentes, también jugaron un papel importante en el proceso. En este contexto, destaca la sólida relación entre el desarrollo industrial y las guerras.

La TV se creó entre la década de 1920 y 1930, es decir, poco después del fin de La Primera Guerra Mundial (1914 – 1918). Y a falta de solo trece años (1926), comenzaría La Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Imaginaos lo tenso que estaba el panorama social, político y económico en aquel entonces. Si bien es cierto que estos conflictos impulsaron los avances tecnológicos relacionados con la aviación y las armas de combate, también la televisión se vio fomentada. Es más, los nazis la emplearon maliciosamente para transmitir su publicidad al populismo alemán. El papel de sendas contiendas fue vital en la “industria televisiva”, ya que se invirtió mucho dinero en la creación y mejora de radares.

Mujer alemana viendo la TV en una pantalla de 14 x 18 cm

El funcionamiento de estos artilugios (radares) sentó las bases para que más adelante, en 1931, Philo Farnsworth (1906 – 1971) y Vladímir Zvorykin (1888 – 1982), diseñaran el iconoscopio: un tubo que contenía un mosaico fotoelectrónico o fotoemisor, compuesto por miles de células fotoeléctricas independientes en tres capas de grosor muy fino. Este aparato logró dejar atrás todos los complicados sistemas que se estaban utilizando y permitió una proyección de imagen más eficaz hasta finales del siglo XX. De hecho, y esto es a modo de curiosidad, el iconoscopio es el prototipo sobre el que se forjaron todos los estándares de las cámaras de vídeo actuales. ¡Fijaos la relevancia que tiene en este tema!

El iconospio fue la pieza angular de las cámaras de televisión y del estándar analógico

Siguiendo con el hilo principal, el funcionamiento mecánico y rudimentario de las TV’s fue reemplazado por una tecnología mucho más puntera basada, como ya he matizado anteriormente, en el funcionamiento del iconoscopio. Así las cosas, comenzó la segunda etapa de la historia de la televisión: la fase analógica.

La era analógica: (1932 – 2010)

El estándar de transmisión analógica fue el sistema utilizado por la tecnología de los televisores en los años venideros. Un aspecto que es necesario tener en cuenta es que las señales analógicas no utilizan ningún tipo de codificación binaria, como ocurre con la señal actual digital. Esta es una diferencia sustancial entre las televisiones viejas y las actuales. La señal analógica llegaba directamente al televisor y mostraba la imagen, mientras que la digital requiere un proceso de decodificación previo.

El estándar analógico opera de modo muy parecido a la corriente eléctrica. Es más, las imágenes y el sonido se transmiten como señales eléctricas continuas y variables, lo que hace que la calidad de la imagen y el sonido no sea tan buena como en la televisión digital. Teniendo en cuenta que el sistema analógico se sustenta en las frecuencias de corriente eléctrica, y que estas dependen de la región, es obvio que este formato presenta ciertos problemas de compatibilidad.

El origen de los estándares analógicos

Los primeros modos de transmisión aparecieron con la fabricación de las primeras televisiones. Al tratarse de una novedad, cada fabricante creaba sus propios televisores y los adaptaba a un formato de transmisión específico, dando lugar, como se ha mencionado anteriormente, a una disparidad entre ellos. Es importante enfatizar que durante los años treinta y cuarenta no existía la señal de vídeo en color, sino que esta era en blanco y negro.

Paradigma de la televisión en los años cincuenta

Ante esta situación, en 1945, se empezaron a regular, tanto la explotación como la exploración de la señal de TV, por medio de normas televisivas. De este modo, surgieron las primeras directrices de los estándares de la señal analógica, que más adelante darían lugar, como veremos más adelante, a la codificación en formato NTSC.

La especificación de los formatos analógicos fue un proceso largo y tedioso marcado por el análisis y las continuas pruebas. El reemplazo de la señal en blanco y negro por la señal en color, que comenzó en Europa en 1950, permitió dar una estructura clara de los pasos a seguir. De esta manera, a mediados del siglo XX, la televisión se convirtió en la bandera tecnológica de los países.

Todo este proceso de estandarización tuvo como consecuencia grandes hitos, como el surgimiento del estándar NTSC, el canal internacional de Eurovisión (1953): que conectaba vía microondas las estaciones de los países europeos, así como Mundovisión (1960), que intentó hacer lo mismo que el anterior, pero a escala mundial. Seguidamente, vamos a proceder a comentar los distintos estándares de señal de vídeo analógica.

Estándar NTSC (National Television Standards Comitee)

Teniendo en cuenta los problemas de compatibilidad de los primeros televisores, para que la situación no derivase en un caos, fue necesario crear estándares. En el año 1940 la Radio Manufacturers Association (RMA) creó el Comité de Sistema de Televisión Nacional (NTSC), que estableció unos estándares para las emisiones comerciales de televisión. Fueron aprobados en 1941.

En 1951, el comité volvió a constituirse para crear unos estándares para la televisión en color, bajo la orden de la empresa estadounidense Hazeltine Corporation. Tras varias incompatibilidades con otro estándar que había desarrollado la CBS para las transmisiones de los televisores en blanco y negro, se solicitaron las patentes de los sistemas de control de color, que acabaron formando el estándar NTSC definitivo, que sí era compatible con los equipos y emisiones en blanco y negro. Fue aprobado en diciembre de 1953.

El sistema tuvo éxito y se extendió a buena parte de los países americanos y algunos países asiáticos, como Japón. Las subseñales básicas del sistema NTSC son la luminancia (canal Y) y las componentes de diferencia de color, R-Y y B-Y, es decir, el canal rojo menos la luminancia y el canal azul menos la luminancia. Este par de componentes permite dar un tratamiento diferenciado al color y al brillo. El estándar de cromatización utilizado es el formato RGB, por el cual, todos los colores se forman a partir de tres canales de color primarios: rojo, verde y azul.

El ojo humano es mucho más sensible a las variaciones y definición del brillo que a las del color, haciendo que los anchos de banda de ambas señales sean diferentes, lo cual facilita su transmisión, ya que ambas señales se deben implementar en la misma banda, cuyo ancho es ajustado. El sistema NTSC emplea dos señales portadoras (ondas) de la misma frecuencia para los componentes de diferencia de color, aunque desfasadas en noventa grados, moduladas con portadora suprimida por módulos de amplitud de cuadratura. Al ser sumadas, la amplitud de la señal resultante indica la saturación del color y la fase es el tono del mismo.

A groso modo, en base a las directrices del estándar NTSC, Las imágenes se componen de 525 líneas entrelazadas, de las cuales 486 componen el cuadro visible, dando así una resolución de 720 x 480 píxeles. Se muestran a una velocidad de 29.97 FPS, con un formato de resolución de pantalla de 4:3. Los fotogramas por segundo vienen determinados por el estándar de frecuencia eléctrica del país. NTSC fue implantado en países con frecuencia eléctrica de 60 Hz.

Estándar PAL (Phase Altenating Line)

El sistema de televisión cromática NTSC fue la base de la cual partieron otros investigadores, principalmente europeos. En Alemania, un pequeño equipo dirigido por el ingeniero Walter Bruch (1908 – 1990) desarrolló un sistema que subsanaba los errores de fase del estándar NTSC. Además, manteniendo el formato de resolución 4:3, era capaz de generar imágenes de mucha mayor calidad. PAL se implantó en los países cuya frecuencia eléctrica era de 50 Hz.

Al tener una frecuencia menor, la cantidad de fotogramas por segundo a transmitir es menor. Por ello, pueden tener mucha más calidad. Así las cosas, PAL ofrece imágenes de 625 líneas entrelazadas, de las cuales son visibles 576, es decir, ofrece imágenes de 720 x 576 de resolución. Aquí, aprovecho para comentar que no hay más estándares de frecuencia eléctrica aparte de los anteriores. Por ende, todos los países funcionan en uno de esos dos rangos. Os dejo un enlace aquí para los que tengáis curiosidad.

Estándar SECAM (SÉquentiel Couleur À Mémoire)

En Francia, el investigador Henri de France (1911 – 1986) desarrolló un sistema diferente, denominado SECAM, que consiste en la trasmisión secuencial de cada componente de color. SECAM utilizaba modulación de frecuencia para codificar la información de crominancia en dos subportadoras separadas, y después, en vez de transmitir las dos señales de color juntas, solo enviaba una de ellas a la vez. Tras recibir las subportadoras, el receptor las combinaba para deducir el color de la imagen.

PAL fue propuesto como sistema de color paneuropeo en la Conferencia de Oslo de 1966, pero no se llegó a un acuerdo. Como resultado, los gobiernos de los países de la UE, excepto Francia, adoptaron PAL, mientras que los de Europa Oriental y Francia SECAM. En resumen, podríamos decir que el mapa de distribución de los estándares de vídeo analógicos quedaron tal y como se muestra en el siguiente mapa.

Mapa mundi con la distribución de los estándares de TV analógicos

El tema de la operatividad analógica en base a la frecuencia eléctrica siempre fue una muralla muy difícil de solventar. De hecho, todos los aparatos y tecnologías de vídeo que se hicieron: películas, videojuegos, consolas, reproductores de DVD, etcétera, se vieron sometidos a estas restricciones. Muchos videojuegos tenían operativa distintas según las versiones, las consolas tenían apariencia y hardware distintos, tanto los reproductores de DVD como los de cintas de vídeo VHS tenían bloqueadores de región, etcétera.

El vídeo entrelazado como base de la señal analógica

Un aspecto que hay que tener muy presente a la hora de comprar una televisión, es el tipo de vídeo que es capaz de soportar a la hora de transmitir la señal de imagen. Así las cosas, existen dos tipos de formato de vídeo: el entrelazado y el progresivo. Durante la era de las televisiones analógicas, el formato utilizado era el primero, el entrelazado. Ahora bien, ¿qué es eso de vídeo entrelazado? Para poder entender este concepto, es necesario conocer el término de exploración de imagen.

El proceso fundamental, indispensable para la transmisión y reproducción de imágenes es la exploración o barrido, que consiste en “muestrear” secuencialmente los elementos de un cuadro o imagen, formada por las líneas sucesivas de elementos. La información de un cuadro completo corresponde a una imagen fija, o lo que es lo mismo, a la imagen de un cuadro de una película cinematográfica (fotograma). Cuando se observan los cuadros impresos en una cinta cinematográfica, se aprecia que las diferencias entre varios cuadros sucesivos son muy pequeñas.

Las imágenes son casi iguales excepto en algunas zonas, debido al movimiento de objetos o personas en la escena. Para que el movimiento pueda percibirse por el observador de forma suave y continua, y no a saltos, es necesario que los cuadros se proyecten, si se trata de cine, o se transmitan, si se trata de televisión, con una rapidez mínima a fin de que el observador no perciba parpadeo en la señal de vídeo, ni saltos en los movimientos.

En el cine, dependiendo de los estándares, se proyectan 24 o 30 cuadros por segundo. En la pantalla de televisión esta cifra es de 25 o 30 cuadros por segundo. ¿Recordáis los FPS de los formatos NTSC y PAL que comentábamos antes? ¡Todo confluye!

En el cine a 24 o 30 cuadros por segundo
En las televisiones a 25 o 30 cuadros por segundo

Tomando como referencia el cine, la proyección de 24 o de 30 cuadros por segundo produce un ligero parpadeo. Este fenómeno se conoce como zumbido o flickering. Para poder evitarlo, se recurre a un artificio que consiste en proyectar el mismo cuadro dos veces sobre la pantalla. Para conseguirlo, la película se para un breve tiempo frente a la lente proyectora y se obstruye la luz mediante un disco giratorio en forma de cruz de malta, que actúa como obturador para dejar pasar dos veces hacia la pantalla la luz de un cuadro en 1/24 o 1/30 segundos. Con este procedimiento, se proyectan el doble de imágenes por segundo y se reduce el parpadeo a niveles prácticamente imperceptibles.

En televisión no es posible aplicar una técnica similar, ya que el ancho de banda sería muy grande. Sin embargo, basándose en los principios del cine y en el hecho de que la información de dos líneas sucesivas es muy similar, lo que se hace es transmitir el cuadro dividiéndolo en dos pasadas. La primera está formada por las líneas impares de la imagen y la segunda por las pares.

La visión humana, ayudada por la persistencia del material luminiscente que recubre la pantalla, integra o entrelaza la información de ambos campos, y la percepción final es que no hay parpadeo apreciable. Para llevar a cabo esta división de un cuadro en dos campos, se exploran primero las líneas impares hasta el final del cuadro impar y luego las pares, hasta el final del campo par.

El barrido de la imagen se efectúa de manera semejante a la lectura de una página, en la forma que se ilustra en la figura adyacente. El muestreo de los elementos de imagen se inicia a lo largo de la línea AB a una velocidad relativamente lenta. En el punto B se bloquea el muestreo, es decir, no se registra la información de la imagen durante el tiempo que tarda el elemento explorador en regresar del punto B al punto C.

Esquema del barrido de imagen en el formato de vídeo entrelazado

En el punto C, se reinicia el barrido hacia la derecha registrando la información a lo largo de la línea CD y así sucesivamente hasta llegar al punto E, en que se bloquea nuevamente el muestreo de información y el elemento explorador retorna, siguiendo una trayectoria en zigzag, al punto F para iniciar el barrido del siguiente campo. En un campo se barren, de izquierda a derecha y de arriba a abajo, 312 líneas completas más media línea al final del campo.

En el otro campo, el barrido se inicia a la mitad de la primera línea y termina al final de la línea 312. La suma de las líneas da como resultado 625, el total de líneas del estándar PAL. Para el formato NTSC sería lo mismo, pero la pasadas serían de 262 líneas, configurando así, las 525 que componen el cuadro de imagen. La medida que determina la frecuencia de actualización horizontal de un monitor se denomina tasa de refresco.

Las frecuencias eléctricas a las que operan los países determinan, como he comentado antes, el número de fotogramas (cuadros) por segundo. Este problema se ha solventado con los apagones analógicos y la implantación de la señal digital (TDT). No obstante, otra causa de incompatibilidad entre los sistemas de televisión es el número de líneas por cuadro, que determina la resolución vertical. Es fundamental para que el ojo perciba una imagen de calidad aceptable. En la determinación del número de líneas se tuvo en cuenta la relación de aspecto y la resolución para una distancia de observación dada.

La forma de barrer los cuadros vista en la imagen anterior se conoce como barrido entrelazado, y es una característica común a todos los sistemas de televisión del mundo. En la actualidad es posible, mediante el adecuado procesado de señal en el receptor, convertir el barrido entrelazado en barrido secuencial, es decir, explorar las líneas en forma sucesiva al doble de la frecuencia de cuadro. Esto redunda en imágenes libres de parpadeo y de mejor calidad. Esto se conoce como formato progresivo, propio de los sistemas de codificación digital.

El fin de la era analógica comenzó en 2005, y se espera que concluya en 2026, con países como Paraguay, Perú, Indonesia y Colombia, que todavía usan el estándar analógico. El proceso de cambio tuvo lugar a través de los llamados, “apagones analógicos”, que consistieron en el cese de las emisiones analógicas de los operadores de televisión para pasar a transmitir únicamente mediante señales digitales. En España, la era digital comenzó el 3 de abril del año 2010.

La era digital (2010 – presente)

Las emisoras de radio y compañías de televisión emiten los contenidos de sus canales a través de antenas parabólicas, normalmente de tipo UHF para evitar interferencias, dado que el espectro de frecuencias es mucho mayor que el ofrecido por las antenas VHF. La señal digital viaja en forma de ondas, tanto por la atmósfera a través de torres control y antenas auxiliares (taxonomía de difusión), como por el espacio a través de los satélites de comunicaciones (procedimientos de distribución). La señal es capturada por las antenas presentes en los tejados de los edificios y viviendas, para enviarlo a nuestras televisiones.

La captura de la señal por las televisiones domésticas se efectúa con un decodificador de señal digital o a través de cable: fibra óptica o cable coaxial RF (Radio Frequency), que van desde la antena a los televisores. La fibra óptica es lo más usado, ya que el cable coaxial ya ha quedado en desuso. En resumen, la diferencia fundamental entre la señal digital y la analógica es que la primera se propaga a través de ondas por la atmósfera, mientras que la segunda lo hacía mediante los cables y postes de alta tensión.

Topología de funcionamiento de la señal digital de televisión

Aunque el proceso de conversión de señales analógicas a digitales tuvo lugar oficialmente en 2005, la realidad es que a efectos teóricos ya había comenzado muchísimo antes. Fue, concretamente, en la década de 1980 cuando comenzaron a sentarse las bases de este proceso. La televisión digital, también llamada TDT (Televisión Digital Terrestre), es un mecanismo que funciona de un modo realmente sorprendente. Ahora bien, ¿cómo es que hubo tanto desfase entre “el comienzo teórico” y “el comienzo práctico”? La respuesta es muy simple: los recursos tecnológicos de la época no lo permitían.

La tecnología de tubo de rayos catódicos (CRT)

La transmisión de vídeo en formato progresivo, es decir, mostrar tanto las líneas de escaneo pares como las impares (todo el fotograma de vídeo) en el televisor al mismo tiempo, es un aspecto que en marcos puramente teóricos se sabía como hacerlo, pero no se conseguían resultados positivos. La razón estriba, por un lado, en las tecnologías que usaban las televisiones, y por otro, en la inexistencia del popular conector HDMI (High-Definition Multimedia Interface).

Supongo que a estas alturas de la vida, todos habéis visto alguna televisión antigua. Personalmente, yo uso el coloquialismo “televisiones de culo” para referirme al prototipo estándar de TV vieja. Pues bien, todos los televisores y monitores de computador del pasado seguían el estándar tecnológico CRT o de tubo de rayos catódicos (cathode-ray tube).

Televisión antigua que usaba la tecnología CRT

Sin profundizar mucho, un tubo de rayos catódicos es un dispositivo que transforma los impulsos eléctricos provenientes de la terminal conectada al enchufe, en señales luminosas que se muestran en pantalla. De esta forma, los espectadores interpretan todas esas señales de luz visuales componiendo una imagen. A continuación, muestro un diagrama de un tubo de rayos catódicos con el fin de esclarecer las siguientes explicaciones.

Funcionamiento de un tubo de rayos catódicos

En la parte frontal más externa (parte derecha de la imagen), se encuentra la pantalla, compuesta por un cristal transparente o vidrio. Inmediatamente por debajo, existe una capa de material fosforescente (fósforo) que se ilumina cuando los electrones colisionan contra ella. Esta capa se encuentra rodeada por una cubierta de plomo que permite absorber un alto porcentaje de la radiación generada como fruto de las colisiones.

En la parte más estrecha del cono se encuentra un tubo electrónico compuesto por tres cañones: rojo, verde y azul. El extremo negativo o cátodo, recibe el flujo de electrones de la corriente eléctrica a través de los cañones de color. Estos, viajan por el interior del cañón o tubo ganando progresivamente velocidad, hasta llegar al otro extremo, el polo positivo o ánodo. Es en este punto, donde los electrones son “bombardeados” a gran velocidad contra la pantalla.

Para que este haz de electrones componga una imagen, existe un electroimán, que genera un campo magnético de gran intensidad. Dicho sistema de magnetización se genera debido a que los electrones, que son cargas negativas en movimiento, generan campos eléctricos cuando se desplazan. Así las cosas, el campo magnético permanece mientras haya flujo electrónico. Este potente magnetismo provoca que el haz de electrones modifique su dirección de modo periódico, generando así, la imagen. ¡A qué mola!

Paralelamente, después del ánodo, existen unas placas, anillos o condensadores que regulan la intensidad del flujo de electrones, permitiendo así, controlar la magnitud del brillo. A mayor flujo electrónico, más intensidad de luz en pantalla y viceversa. Además, para que cada electrón impacte en la posición correcta de la pantalla, existe una rejilla metálica agujerada. La disposición geométrica de los agujeros está hecha de tal manera que los electrones solamente pueden incidir en ciertas posiciones. Si esto no fuera así, las imágenes no se verían correctamente. Si queréis indagar más sobre esta tecnología, os dejo un enlace donde se explica con sumo detalle el funcionamiento.

Ejemplo de tubo de rayos catódicos antiguo

Esta tecnología reinó en todas las pantallas desde los años cincuenta hasta bien entrados los 2000. Sin embargo, tenía un grave problema: no soportaba el formato progresivo. La tecnología CRT no era lo suficientemente rápida como para generar cuadros de imagen completos de una sola pasada. De hecho, durante los años ochenta y noventa se plantearon diversas técnicas para posibilitarlo. ¡Todas fueron un fracaso!

Evolución tecnológica vs estándares compatibles

Transmitir vídeo progresivo en un monitor CRT generaba cambios bruscos de luminancia en las pantallas, así como ruido y flickering. Además, había que tener en cuenta que todos los estándares vigentes funcionaban con la señal analógica, que es extremadamente sensible. Ver imágenes progresivas en tecnología CRT era un dolor. Por ello, se usaba el formato entrelazado, explicado anteriormente, que ofrecía unas imágenes de calidades adecuadas para el ojo humano. ¡Salvados por la campana!

Por descontado, todos los conectores de vídeo de la época estaban diseñados para operar solamente con señal analógica y formato entrelazado. El conector S-Video, el RCA o vídeo compuesto y el euroconector o cable RGB fueron los más comúnmente empleados. De hecho, muchos de estos todavía es frecuente verlos en nuestras casas. ¡Importante! Estos cables no soportan vídeo progresivo.

Con el comienzo de la era digital, era frecuente ver televisiones que usaban la tecnología CRT, junto con decodificadores externos digitales conectados a los televisores. El avance, nunca mejor dicho, progresivo, de la digitalización provocó que este tipo de pantallas desaparecieran y fuesen implantándose las televisiones con los formatos más actuales, hasta el punto de que ya no se fabrican decodificadores externos porque actualmente todos los televisores vienen con ellos integrados. Esta práctica se lleva realizando desde el 2014.

El formato progresivo es el utilizado por excelencia dentro de la era digital debido a la expansión comercial del cable HDMI. Paralelamente, también ha sido frecuente ver la conexión de vídeo por componentes, que admite ambos formatos, entrelazado y progresivo. Se podría decir que es un “puente” entre los conectores anteriores. Los cables HDMI solamente trabajan con formato progresivo, y son capaces de transmitir tanto audio como vídeo en alta definición. El vídeo por componentes, por su parte, solamente gestiona señal de vídeo.

Conector de vídeo por componentes

Es interesante cómo un invento como la televisión ha cambiado tanto el mundo. Prácticamente de arriba a abajo. Y cómo muchos de los estándares tecnológicos implantados tienen sus raíces primitivas en ella. De hecho, un aspecto sumamente curioso es que la era digital ha estado enfocada, tanto en avanzar tecnológicamente, como en construir sistemas o protocolos para poder trabajar, o incluso mejorar, todo lo diseñado durante la etapa analógica.

Las televisiones actuales han crecido hasta el punto de que se pueden ver formatos de vídeo de calidad inmensa como el HD (1280 x 720), el Full HD (1920 x 1080), el 2K (2560 x 1440) o el 4K (3840 x 2160). ¡Es flipante! Poder aplicar estos formatos con decodificación digital supuso el origen de las pantallas con relación de aspecto en 16:9, ya que durante la etapa analógica, todas seguían el estándar de resolución 4:3.

Las televisiones actuales suelen trabajar con estas resoluciones tanto en modo entrelazado como en modo progresivo. Ahora bien, ¿cómo podemos saberlo? Muy fácil, en las especificaciones de la TV o del monitor que compremos, aparecerán las resoluciones que soporta acompañadas de la letras I o P en minúscula, entrelazado o progresivo, respectivamente. ¡Prestad atención a eso y al tipo de conectores que tenéis en casa!

La era digital dio carpetazo al soporte óptico del DVD, ya que este formato inicialmente solo estaba preparado para trabajar con las resoluciones admitidas por PAL y NTSC: 720 x 576 y 720 x 480 píxeles, respectivamente. ¡Ojo a la diferencia! Así fue como surgieron los formato DVD-HD y Blu-ray, que lamentablemente, con el auge de Internet, el mundo del streaming y el surgimiento de plataformas digitales como Netflix, Disney+, HBO Max, Amazon Prime, etcétera, no han tenido mucho éxito.

El estándar DVD-HD salió en 2005 junto con Blu-ray, y se descontinuó en 2008. El Blu-ray se sigue fabricando y comercializando, pero no llegará al éxito del DVD nunca. A las pruebas me remito, el DVD salió en 1995 y aún pulula en el mercado. La razón estriba en que el DVD supuso un boom a nivel tecnológico, ya que sus antecesores eran el CD y el VHS. El Blue-ray causó impacto, pero más a nivel audiovisual. Aparte, era bastante más caro de adquirir.

Retomando un punto anterior, aparte de la modernización, la era digital también ha dado mucho soporte a las televisiones y aparatos con estándar analógico. Los decodificadores de TDT externos o la adaptación digitalizada del DVD, del aspecto 4:3 al 16:9, son claros ejemplos.

Los reproductores de Blu-ray, generalmente, dan soporte a ambos formatos, y además los cables HDMI permiten escalar imágenes analógicas a vídeo de alta definición con la técnica del upscaling, y del mismo modo, también se pueden cambiar formatos con el procedimiento upconverting (RCA o vídeo compuesto a S-Video, S-Video a vídeo por componentes y vídeo por componentes a HDMI. ¡Menuda fiesta!

Conclusión

A lo largo del post hemos visto cómo la televisión ha cambiado nuestras vidas, claramente, a mejor. Me da mucha rabia porque a menudo la gente no repara en el papel que ha tenido para el ser humano. La televisión es un fenómeno que cambió el transcurso de la humanidad, que hizo la vida de muchas personas más entretenida, más fácil, y en última instancia, permitió que todos estuviésemos más conectados.

Muchos artefactos y estándares tecnológicos tienen su origen en ella. Por esta razón, la gente que dice “no me gusta la televisión” en cierto modo me apena porque, sin duda alguna, le debemos mucho. El contenido sí que es cierto que ha decaído mucho en los últimos años. De hecho, es una muestra clara de los tiempos que corren, pero no sé, creo que la afirmación anterior esconde un problema semántico, ya que en verdad lo que se pretende transmitir es que no gusta la programación. ¡Hay que tener cuidado!

Plataformas de como Netflix, Disney+, HBO Max, Amazon Prime, Youtube, Twitch, etcétera, son formas de adaptar el concepto de televisión original a Internet. La gente usa portátiles, tabletas, smartphones y otros dispositivos cuyo funcionamiento sigue los estándares que se impusieron para normalizar la televisión hace treinta o cuarenta años. El campo de la edición de vídeo y de la tecnología multimedia tiene su origen en la televisión, y en última instancia, en la radio. Es uno de los inventos que mejor reflejan la potencia del pensamiento humano. ¡No la olvidemos nunca y démosle el respeto que se merece!

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